Un ataque de lobos llevado a cabo, previsiblemente, la madrugada del viernes a un rebaño que se encontraba en el paraje denominado ‘los Fraejones’, a kilómetro y medio del pueblo de Siguero, ha dejado cerca de 60 ovejas muertas o desaparecidas, según confirmó el propietario del rebaño, Andrés Burgos, a esta Redacción.
Después de una larga jornada de búsqueda de sus ovejas, el ganadero señaló, a última hora de ayer, que había encontrado, muy esparcidos, más de 30 cadáveres. Contó además “unas 15 con mordeduras en el cuello, que acabarán muriendo”, y vaticinó que “en los próximos días seguirán apareciendo ovejas muertas”. A la hora de hacer un balance del ataque, indicó que, de las 60 ovejas que tenía su rebaño, únicamente regresaron a la nave donde las guarda cinco, por lo que da al resto por perdidas.
“Si cada oveja vale unos 200 euros, los daños se elevan a cerca de de 12.000 euros”, estimó Burgos. De acuerdo a sus cálculos, desde que sufrió el primer ataque de lobos, en 2004, hasta la actualidad, “habré perdido más de 700 ovejas”.
Burgos meditaba la posibilidad de no volver a adquirir ganado ovino y centrarse en la cría de vacuno. “Todavía no sé que voy a hacer, con estas cosas se te quitan las ganas de seguir”, manifestó Burgos, quien reconoció que “ahora mismo lo que tengo es miedo por mis 80 terneros que están en la Sierra”.
Como se recordará, la Sierra de Guadarrama es la única zona de la provincia en la que han crecido las manadas de lobos en la última década. De hecho, en la Comunidad de Madrid ya se ha detectado la reproducción de esta especie, y se intuye que una o varias manadas atacan en las dos vertientes serranas.