Dos toros de Victoriano del Río entraron en sorteo para remendar el envío de los hierros del Puerto y la ganadería madrileña no falló. La bravura llegó del fondo de ‘Frenoso’, un excelente astado -de vuelta al ruedo, aunque no fue así reconocido-, que presentó su candidatura a ejemplar de la feria. Toro importante con el que Fernando Adrián dio una gran dimensión y con el que acarició una nueva Puerta Grande, pero el premio se esfumó al pinchar y todo quedó en una vuelta al ruedo. Completaron la terna un José María Manzanares que no encuentra su sitio y un Pablo Aguado, que dejó muestras de su plasticidad sin opciones.
Adrián está montado en la ola del triunfo, pero también en la de la seguridad y la confianza. Este viernes no puntuó, pero dio muestras del buen momento que atraviesa. No le importó verse con un animal aparatoso de pitones, con las palas por delante, y con caja. Así fue ‘Frenoso’, que ya apuntó fijeza en el tercio de varas. Con todo, el madrileño se jugó el tipo en el inicio de muleta: a punto estuvo de ser arrollado al citar de rodillas en los medios y ejecutar un pase cambiado. A partir de ese momento, la intensidad fue a más y el astado derrochó bravura, codicia y clase. Toro de faena grande. Un pozo de tansmisión y emoción. Un ejemplar candidato a premio de la feria. Y ahí estuvo el madrileño para demostrar su momento: decidido, firme y muy seguro. Con valor de hierro. Solo la espada disecó el triunfo de Adrián, que aun así obtuvo el reconocimiento del respetable y dio una vuelta al ruedo y el toro fue fuertemente ovacionado.
Tras hacerse presente en el primer toro de Manzanares con un quite por gaoneras para disparar pulsaciones, continuó muy firme con el primero de su lote, un voluminoso astado, con kilos para repartir, que tuvo cierta fijeza en el tercio de varas y después acudió con buen son y nobleza en la muleta. Sin embargo, el ejemplar de Puerto de San Lorenzo pronto se afligió y no dio opción a Adrián de torear, fruto de su falta de raza. Trance disyuntivo, en el que destacó un buen par de banderillas de Marcos Prieto, que se desmonteró. Adrián brindó al alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, por «defender a Madrid y nuestros valores».
MANZANARES, CONTRARIADO
Rompió el paseíllo con recuerdo al ‘rey de los toreros’, Joselito El Gallo -José Gómez ‘Gallito III’, en el día que se cumplieron 105 años de su muerte en la plaza de toros de Talavera de la Reina (Toledo). Tras guardar un minuto de silencio en su memoria, salió un primer toro de Puerto de San Lorenzo, largo y justo de presentación, que fue protestado por el público más exigente. Fue prestando buenas intenciones a medida que avanzó la lidia y Manzanares, paciente y templado, fue administrando los tiempos y jugando con los terrenos para sacar notables derechazos. El diestro alicantino insistió por el pitón derecho y, cuando la colocación fue la correcta, dejó momentos estimables con un animal que humilló con mucha nobleza. Espadazo marca de la casa para cerrar una faena a la que la faltó un punto para despegar.
Manzanares completó su lote con toro noble de La Ventana, que ofreció ciertas opciones, pero no terminó de acoplarse a su comportamiento repetidor, aunque se quedaba corto y reponía, y apenas hubo potabilidad en tanda y media. Se marchó contrariado el alicantino, que despachó con eficacia al animal.
PLASTICIDAD DE AGUADO
‘Dulce’ se llamaba, pero fue tremendamente ofensivo de cara. Dos guadañas -astifino y veleto- fueron la carta de presentación de un toro de Victoriano del Río que después fue fino de cabos. No se amedrantó Aguado y salió confiado desde el inicio. Dibujó detalles muy personales, con trincherazos de asolerada despaciosidad, ante un astado que tuvo repetición, pero justo de fuerzas. Por la línea del temple, el torero sevillano firmó naturales de impronta, en una actuación más de detalles que de repercusión. En la suerte suprema sufrió un corte en el dedo pulgar de la mano derecha y tuvo que entrar a la enfermería, donde recibió cinco puntos.
Muy plástico y cuidando las formas estuvo Aguado, con el segundo de su lote, de la divisa de La Ventana un ejemplar noble pero sin chispa. Volvió a dejar destellos de corte artista, dentro de un trasteo sin ciencia.
FICHA
Plaza de toros de Las Ventas (Madrid). Séptimo festejo de la Feria de San Isidro. Lleno de ‘no hay billetes’: 22.964 espectadores. Toros de Puerto de San Lorenzo (primero y segundo), nobles y justos de raza; La Ventana del Puerto (cuarto y sexto), justos de raza; y Victoriano del Río (tercero y quinto), aparatosos de pitones, entre los que destacó el bravo y excelente ‘Frenoso’, que fue ovacionado.
José María Manzanares, silencio y silencio.
Fernando Adrián, silencio y vuelta al ruedo.
Pablo Aguado, silencio (aviso) y silencio.
Se desmonteró Marcos Prieto tras parear al segundo.
