Dos temporadas y media han pasado desde que el empresario Javier Herrero decidiera abandonar la presidencia del Naturpellet Segovia Futsal, alegando unos motivos personales que tenían mucho que ver con la salud. Tiempo después, y una vez que Álvaro Fernández y los miembros de la Junta Directiva del club se mostraran dispuestos a ceder el club a quien estuviera dispuesto a cogerlo, era el momento de hablar con el empresario, que llegó a la entidad con un talante de lo más conciliador, y que un año después se marchó en el más absoluto de los silencios.
Herrero llegó al club aceptando la propuesta de Álvaro Fernández, “porque me encanta ayudar. Cuando me lo propuso nadie me obligó a aceptar, sino que lo hice encantado de la vida, y con ganas de gestionar aquello”. Pero esas ganas de gestionar el club de fútbol sala se toparon con no pocas dificultades, amén de algún que otro disgusto, “porque tuve que ir en dos ocasiones al juzgado para firmar en los juicios que aún mantenía el Caja Segovia con antiguos jugadores, cuando se valoraba si el Segovia Futsal era una continuidad del club anterior. Yo, que no tenía nada que ver con nada de lo anterior, me veía casi de primeras presentándome en un juzgado”.
TRES MOTIVOS
La tensión fue minando la salud del empresario, que finalmente en el mes de abril de 2016 tomó la decisión de dejar la presidencia, “porque desde agosto de 2015 hasta ese mes de abril tuve tres episodios de arritmias. Así que puse mi salud por delante de todo, valoré que mi trabajo también necesitaba de más dedicación por mi parte, y como quiera que tampoco se me estaba permitiendo gestionar el club como quería, opté por comunicar por escrito mi renuncia”.
De su época como presidente recuerda “la tensión que teníamos por ir a buscar patrocinadores, por conseguir el dinero para poder pagar a todo el mundo, y de ver que las cuentas salían malamente. Porque en el Naturpellet, al menos cuando yo estuve, se han hecho muy pocos números, y me pongo yo por delante como uno de los responsables durante el tiempo que estuve. Pero había que desligar el aspecto de gestión del club del apartado deportivo, y por más que lo intenté, no lo conseguí”.
Herrero afirma que el club debe desligar el aspecto deportivo del apartado de la gestión, “algo que nunca se ha hecho”.
Para muestra, valga el botón del conflicto que hubo con el equipo femenino, “que se quiso sacar adelante sin tener en cuenta lo que costaba, y después pasó lo que pasó, que todo el dinero se tenía que destinar al equipo por entonces de Segunda División, y no había para ellas. No se echaron números, y eso tristemente ha sido una constante en el club, y yo ya comenté en su día a los directivos que si no íbamos a poder tener dinero para ascender a Primera, era mejor quedarse en Segunda y no endeudarse. Pero pudo más la ilusión del ascenso”.
NO SE DAN LAS CONDICIONES
El Naturpellet Segovia Futsal pasa por un momento muy delicado, “y a día de hoy haría falta mucha gente muy involucrada con el proyecto, y con una buena cantidad de dinero para poder poner tirar hacia delante, siempre que le dejen hacer, pero no parece que haya nadie dispuesto”, señaló Herrero, que también expresó sus dudas acerca de que los dueños del club fueran a desligarse de él, y se desmarcó de una posible reentrada en el Segovia Futsal, “porque tal y como está la situación, no creo que mi familia me lo permitiera. Me encantaría volver a echar una mano, pero para hacerlo haría falta que se cumplieran unas condiciones que actualmente no se dan”. Y esas condiciones no tienen que ver con las relaciones personales, “puesto que yo no tengo ningún problema personal ni con Álvaro Fernández ni con nadie, aunque en el asunto de la gestión del club tuviéramos nuestras discrepancias”.
