En muchas sociedades antiguas, el tatuaje tenía un significado profundamente simbólico y social. Era un lenguaje corporal que expresaba identidad, pertenencia y estatus. En culturas polinesias, marcaba el linaje y los logros personales; en el antiguo Egipto, se asociaba a la protección espiritual y a rituales religiosos. Entre pueblos indígenas de América, podía señalar valentía, rol comunitario o transición a la adultez. Era una forma de comunicación sagrada que fortalecía la conexión entre individuo, comunidad y cosmos. Rakel Tablada proviene de familia de artistas segovianos, los Lope Tablada, y ella continúa la tradición con el tatuaje y la aerografía desde su estudio en el barrio de La Albuera. Hablamos con ella sobre el tatuaje, la responsabilidad que conlleva la decisión de hacerse uno y sobre otras maneras de regalar arte al alcance de cualquier bolsillo.
—¿Todo el mundo puede hacerse un tatuaje?
—En este estudio, se hacen a partir de 16 años y con autorización de los padres. También es importante que el tatuaje tenga sentido. Yo siempre preguntó a la gente por qué quieren tatuarse, para tratar de plasmar esa intención en el diseño.
—¿Puedo diseñar mi propio tatuaje?
—Sí, claro, mucha gente viene con diseños propios, y si están bien planteados no hay problema. Eso sí, es importante tener en cuenta el ojo del tatuador, su concepto estético.
—¿Duele mucho? ¿Dónde duele más?
—Depende del tamaño, del tatuaje y la zona. Duele menos en las zonas más expuestas al sol y más curtidas, las partes exteriores de brazos y las piernas, por ejemplo. Las partes más ocultas como pueden ser las costillas, molesta un poco más.
—¿Cuánto cuesta?
—Depende del tamaño y del diseño, pero se pueden hacer tatuajes muy bonitos desde 50 euros.
—¿Tiene mantenimiento?
—Sí. Los primeros días se usan parches dérmicos o cremas específicas y hay que prestar atención a los recomendaciones del tatuador Hay que tener especial cuidado con los baños y el ejercicio los días siguientes a haberse tatuado. A largo plazo está bien darse crema solar para que se mantenga mejor el tatuaje.
—¿Los tatuajes, como los diamantes, son para siempre?
—Cuando una persona se hace un tatuaje debe saber que no es algo sin ninguna importancia, debe tener vocación de permanencia, pero sí se pueden quitar a través de tratamientos láser, pero depende de la intensidad y la profundidad en que se haya realizado.
—Además de tatuajes trabajáis la aerografía, que también puede ser un regalo original.
—Sí, la aerografía es una técnica preciosa y bastante complicada que a la gente le encanta cuando ve los resultados. Se pinta con un aerógrafo que hace un efecto muy vistoso. Además, se puede hacer sobre casi todo tipo de soportes como textil, metal, papel… Por ejemplo, algo que está funcionando muy bien son abanicos personalizados, con diseños exclusivos, o elementos que el cliente quiera incorporar. Se puede aerografiar también camiones, motos, cascos… Pero, sobre todo, lo que más se demandan son retratos en papel, es lo preferido para la mayoría de los que quieren regalar algo especial, distinto y original.
