Los cambios normativos se han vuelto una constante en estos dos últimos años. La llegada del coronavirus tumbó muchos pilares que se creían inamovibles, hasta el punto de que durante buena parte de la pandemia estar enterado de lo que se podía hacer o no era una obligación si no se quería tener sorpresas desagradables.
Segovia ha padecido mucho, razón por la cual su población es especialmente sensible a un coronavirus que ya ha provocado en la provincia casi 1.100 muertes.
En un primer momento para este reportaje se planteó contar todos los cambios normativos que la sociedad ha atravesado. No se tardó mucho en llegar a la conclusión que era imposible. Dos años de autentica incertidumbre normativa, que debe de unirse a la que ya de por sí levantaba el propio coronavirus.
Tras algo más de dos años, llega ahora una actualización de los protocolos importante, debatida y debatible. El avance hacia la gripalización del virus es una realidad, no siendo esta la primera decisión que se toma al respecto.
Antes de entrar a explicar y analizar el contenido de la actualización normativa, hace falta valorar una cuestión fundamental: el coronavirus ha resistido todos los embates que pretendían acabar con él. Sigue ahí, transformado, pero muy lejos de desaparecer. Cuarentenas, limitaciones o vacunas no han conseguido doblegarle.
Esto anterior, mezclado con la menor tasa de letalidad y la necesidad de una economía fuerte, termina chocando contra una triste realidad: si no se va, habrá que convivir con él.
La nueva actualización que recoge la ‘Estrategia Nacional de Vigilancia y Control frente a la covid-19 tras la fase aguda de la pandemia’ restringe de forma notoria la realización de test y permite a los enfermos con síntomas leves o asintomáticos no tener que guardar cuarentena. Aunque hay más flecos, estos dos podrían destacar como sus aspectos más importantes.
En el primer caso, los test se van a reservar para casos concretos y no se realizarán de forma general. ¿Qué significa esto? Pues que las pruebas de detección salvo ocasiones puntuales quedan reservadas para determinados colectivos entre los que se encuentran los mayores de 60 años, inmunodeprimidos, embarazadas, personas sanitario y sociosanitario, casos graves o contactos relacionados con variantes de interés.
Mucha mayor polvareda y tinta levantan los cambios sobre los enfermos con sintomatología leve. Salvo miembros de colectivos vulnerables, no serán sometidos a test, y además quedarán exentos de cuarentena o aislamientos.
En cuanto a la realización de pruebas a su entorno, solo se identificarán a los contactos estrechos de grupos y ámbitos vulnerables, a los que se les indicará la realización de una prueba a los 3-5 días del seguimiento.
Esto significa de facto que estos contagiados con sintomatología leve podrán hacer vida normal, ya que Sanidad solo realiza unas indicaciones a cumplir: extremar precauciones y reducir lo posible interacciones sociales; usar siempre mascarilla e higiene de manos; evitar contacto con personas vulnerables y no asistir a eventos multitudinarios; y teletrabajar, si es posible (en el anexo que acompaña al texto se puede ver la especificación que recibe el personal que atiende a vulnerables o este empleada en centros sanitarios y sociosanitarios).
Sobre las bajas laborales, no se van a dar siguiendo un criterio epidemiológico, como en estos dos años, sino bajo criterio clínico.
La preocupación por el coronavirus se ha reducido, pero no ha desaparecido ni mucho menos. Solo hay que salir a las calles de Segovia y ver a los todavía muchos habitantes que pasean provistos de sus mascarillas.
Estas seguirán siendo necesarias en interiores de uso público o que se encuentren abiertos al público. Es muy posible que esta norma también cambie muy próximamente y ya se sabe que será debatida en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud el próximo 6 de abril. ¿Próximo paso de la gripalización? Todo indica que sí.
Caen medidas importantes mientras se pide cautela, responsabilidad y moderación. Una nueva fase, sin duda, cuando todavía no se puede dar de ninguna manera por concluida la sexta ola.
Esta última ola ha dejado en Segovia casi 23.000 contagiados en los últimos cuatro meses. Conviene recordarlo.
Opiniones
El presidente del Colegio de Médicos de Segovia, Graciliano Estrada, se mostró partidario de relajar las medidas contra la covid-19 de acuerdo con la evolución que presentan los datos epidemiológicos. De esta forma, Estrada indicó que según su opinión habría que “dar pasos hacia adelante”, ya que los datos de incidencia apuntan a una “cierta estabilización”.
Este estancamiento de la incidencia coincide con la disminución de los datos de mortandad y hospitalización, lo que lleva a l presidente del Colegio de Médicos a ser partidario de continuar relajando las restricciones todavía presentes. “Creo que sí parece razonable flexibilizar las medidas que se están tomando”, aclaró.
El profesor de Microbiología y consejero científico y directo emérito del centro nacional de la gripe de Valladolid, Raúl Ortíz de Lejarazu, sostuvo que llegado este momento de la pandemia cabía hacer alguna reflexión. Y en concreto ha criticado en un tuit “cada país, a su bola, decreta el fin de la fase aguda pandémica” a la vez que ha planteado que ahora “es más importante que nunca el diagnóstico”.
“El papel lo aguanta todo. ¿Se intenta bajarse del tren pandémico en marcha?”, sostuvo el virólogo, quien además ha advertido de que “es más fácil declarar el inicio de una pandemia que su final”.
