FOTOS: DIEGO GÓMEZ
El Otoño Enológico de la Fundación Caja Rural de Segovia abre las puertas de uno de los tesoros más singulares de la ciudad para celebrar una cata muy especial con fines solidarios.
Bajo la presentación del Subdirector de la institución, Luis Miguel Torres, y con la voz cercana de quién realizó la visita, Rafael Gámiz —militar retirado y voluntario cultural—, los visitantes tuvieron la oportunidad de vivir una experiencia que combinó patrimonio, ciencia, historia y vino de la tierra, destinando el 100% de la recaudación a ADISEG (Asociación de Diabetes de Segovia).
El itinerario comenzó en la llamada zona noble, “el corazón de la academia”, donde se respira la solemnidad de siglos de historia. El claustro, la galería de promociones, el salón de actos y la biblioteca, fueron las principales paradas.
Después de la Biblioteca la visita continuó en el cuartel de San Francisco, sede del Museo Específicode la Academia. Tres salas temáticas —armamento portátil y material diverso, materiales, ciencia y tecnología— ofrecieron un recorrido completo por el progreso de la artillería donde los participantes pudieron admirar piezas tan emblemáticas como el primer fusil fabricado en 1893 por la Fábrica de Armas de Oviedo, la máquina de Watt o la calculadora manual de Colman.

El museo guarda además un tesoro menos conocido pero igualmente fascinante: una de las colecciones geológicas más importantes de España, con más de 3.400 ejemplares catalogados. Un patrimonio científico que convierte a la Academia en un referente no solo militar, sino también cultural y académico.
La experiencia fue enriquecida con la degustación de dos vinos de la Bodega Verdeal, comenzando con Sauvignon Blanc 2024 100% orgánico y de intensidad aromática alta. Con un potente aroma de frutas tropicales y tonos cítricos de lima que aportan frescura, resultó “un vino muy equilibrado” para los asistentes.
El segundo vino fue 500 Flores 2021, un Verdejo 100% fermentado en barrica, “de color muy atractivo, brillante, de intensidad alta y con profundos reflejos verdes”, destacó por su “complejidad y estructura”: su sabrosa frescura, calidez y un final agradablemente amargo con una larga permanencia en boca.
Ambos vinos estuvieron acompañados de deliciosos bocados elaborados por Pedro Bernardez de Eventos La Barcaza que resultaron ser el acompañamiento perfecto.
El Otoño Enológico de la Fundación Caja Rural demuestra a través de eventos como este, que nuestro Patrimonio cobra vida cuando se comparte, que la ciencia se engrandece cuando se divulga, y que los vinos de nuestra tierra pueden convertirse también en símbolo de unión y solidaridad cuando se brinda por una causa justa.
Música, vino y el mejor ambiente en el Restaurante La Codorniz

El viernes 21 a las 20:30h. el restaurante La Codorniz se transformó en un punto de encuentro muy especial dentro de la XVI Edición del Otoño Enológico, organizada por la Fundación Caja Rural de Segovia. La cita tuvo ese aire tan segoviano y familiar que convierte cada cata en una auténtica celebración de nuestra tierra.
Los asistentes disfrutaron de los vinos ecológicos de la Bodega García Serrano de Nava de la Asunción, que sorprendieron con propuestas frescas y originales: desde el Voltio tinto garnacha, acompañado de crema de calabaza, hasta el Matabuey verdejo joven con hojaldre de merluza y gambas. El menú siguió con un Sendero del Pino tempranillo maridado con un strogonoff de solomillo de cochinillo, y culminó con el singular Voltio Orange, servido junto a un croquetón de morcilla y trufa.

La velada estuvo arropada por la música en directo de Gaspar Payá y Cristina Hassenflue, que aportaron ritmo y calidez a una noche de conversación, risas y descubrimientos. Brindis, acordes y sabores de Segovia compartieron mesa en esta cita con el Otoño Enológico de la Fundación Caja Rural.
El Otoño Enológico de la Fundación Caja Rural despedía la jornada del viernes 21 por todo lo alto con una panorámica única y sabores de otoño en el restaurante La Postal de Zamarramala

El Restaurante La Postal en Zamarramala fue el escenario de una velada que enamoró a los asistentes, finalizando la jornada del viernes 21 en un marco incomparable con vistas panorámicas de la ciudad.
El restaurante La Postal, enclavado en un entorno privilegiado con vistas panorámicas que abrazan la ciudad, volvió a convertirse en el epicentro de la alta gastronomía con su esperada Cena Maridaje del Otoño Enológico. Una velada que combinó la excelencia de los vinos con la creatividad culinaria, en un ambiente cálido y sofisticado, que hizo sentir a los asistentes parte de un auténtico lujo sensorial.
La experiencia comenzó con un Gran Vino de Rueda de José María Herrero, de aromas frutales y final salino, que se fundió con delicados entrantes de mejillón al vapor y buñuelo de gambón al ajillo. La armonía entre la frescura marina y la mineralidad del vino marcó el inicio de una noche inolvidable.

El viaje continuó con un Blanco de Rioja, El Pacto del Alto Najerilla, cuyo trabajo con lías en roble aportó la densidad y el volumen perfectos para acompañar un sorprendente arroz de codorniz en escabeche suave. La combinación de acidez y estructura del vino realzaron los matices del plato.
La velada alcanzó un punto de originalidad con el Pago de Costanzanilla de Bodegas García Serrano, un tinto segoviano que demostró que los vinos tintos también pueden ser compañeros ideales de pescados. Su carácter frutal y tanino amable se enlazó con un bienmesabe de emperador y crema de verduras asadas, creando un maridaje tan inesperado como perfecto.
El cuarto acto lo protagonizó Voltio Finca Las Estacas, un vino de marcada madera y tanino suavizado, que encontró su pareja ideal en una carrillada de ternera en guiso tradicional con tierra de cacahuete y yuca. La potencia de la carne y los frutos negros del vino se fundieron en un abrazo de sabor.

El broche final fue un auténtico tesoro: Voltio OX Dulce de García Serrano, un vino irrepetible que acompañó un pionono en texturas de almendra y granizado de hinojo ácido. La complejidad del vino y la frescura del postre cerraron la velada con un equilibrio perfecto entre dulzura y acidez.
El Otoño Enológico regaló en la Postal una experiencia llena de emociones en un ambiente acogedor, con espectaculares vistas y conexión con la tierra, todo ambientado por la música de Rafael Herrero – RIZMOH- con una sesión creativa y vibrante de música soul y funk en su formato original en vinilo.
