En noviembre de 2018 comenzaban las obras de construcción del futuro colegio de las Concepcionistas, con una previsión de que el traslado desde la sede actual de la plaza Conde Cheste de la capital se pudiera realizar en las Navidades del presente curso. No será así. El pasado verano se confirmaba la paralización de las obras, por desavenencias entre la empresa constructora Segesa y la orden religiosa, por las dificultades que se encontraron en una superficie muy rocosa, lo que elevaba los costes de construcción.
Esta Redacción ha intentado recoger declaraciones tanto de la constructora como de las madres Concepcionistas en varias ocasiones, pero ha sido imposible. La directora del colegio, Madre Carmen Fernández, también rehúsaba hacer declaraciones en el mes de agosto, aunque insistía en que las obras se reanudarán. “El proyecto sigue vigente”, explicaba.
Y así parece que será, ya que sigue adelante, y es el propio alcalde de La Lastrilla, Vicente Calle, el que ha explicado que se está elaborando un nuevo proyecto por parte de la empresa de arquitectura y construcción Zimensa Grupo, encargado por la orden de las Concepcionistas. Responsables del grupo valenciano ya han mantenido varias reuniones con los servicios técnicos del Ayuntamiento de La Lastrilla, para dar el visto bueno al nuevo plan. Vicente Calle señala que la empresa quiere presentar el proyecto en el primer trimestre del año.
El nuevo diseño del futuro colegio, cuyo esqueleto puede verse en El Sotillo, se adaptará a lo ya construido, con algunas modificaciones que mejorarán el inicial.
El siguiente paso será convocar el nuevo concurso para adjudicar las obras de construcción, al que podrán presentarse las empresas interesadas y reanudar así la construcción del centro educativo con capacidad para un millar de alumnos.
En opinión del alcalde de La Lastrilla, “lo fundamental es que se reanude uno de los proyectos más importantes del municipio y la comunidad educativa de las Concepcionistas pueda disfrutar de sus nuevas instalaciones”.
El colegio se edifica sobre un terreno de unos 24.000 metros cuadrados, con la perspectiva de dar cabida a un millar de alumnos. El anterior proyecto estaba diseñado para disponer de espacios para tres líneas (grupos por curso) y cubrir las etapas de Infantil, incluyendo el primer ciclo para niños de cero a tres años, Primaria, Secundaria Obligatoria y Bachillerato, según explicó la directora el día en que se colocó la primera piedra.
