Villacastín luce desde esta semana un monolito de 75 toneladas y 13 metros que homenajea a los canteros de granito de la localidad, así como de otras zonas de las provincias de Ávila y Segovia. Un homenaje que, según el alcalde Julio César Sanchéz, se complementará con la grabación de una inscripción y la ejecución de un bordillo, que se financiará con la subvención del Plan de Ayuda para Inversiones Municipales (PAIMP) de la Diputación de Segovia.
El ingeniero de Minas Aurelio de Grado, del Centro Tecnológico de las Rocas y Minerales Industriales, explicó a Ical el proceso del transporte del monolito de granito desde la cantera de Hermanos Prados Quemada SL, en la propia localidad, hasta su ubicación definitiva, en la rotonda de entrada a Villacastín, desde el Oeste.
El Ayuntamiento se ha encargado de sufragar el transporte y su colocación, realizada mediante el uso de máquinas especiales. A pesar de la delicada operación, tanto Ayuntamiento como el resto de los agentes están decididos “a su realización como referente técnico”. La iniciativa empezó hace más de 30 años, cuando el Ayuntamiento de Madrid lanzó la idea de implantar un dolmen similar a los pintados por Dalí. El pintor catalán aceptó la propuesta, pero no encontró quien la realizara entre los canteros existentes. Tras una larga búsqueda, Ángel Prados Quemada aceptó el reto y con la ayuda de su hermano Anastasio se pusieron manos a la obra en recuerdo de su padre y sus antecesores maestros canteros en granito.
Hoy en día los medios técnicos han mejorado, pero a principios de los 90, extraer tres columnas de granito de 13 metros era una “temeridad o un desafío técnico de enormes pretensiones”. Actualmente, el granito de Villacastín es un referente en características técnicas, “pero que exista una zona que permita extraer sin romper esas columnas requiere el conocimiento de un maestro cantero o de una familia de maestros canteros”.
Monumentos de granito en la zona de Ávila y Segovia existen desde la época de los toros de Guisando, crómlech o corros de menhires y otros monumentos megalíticos. Luego llegaron los romanos y en granito similar hicieron el Acueducto de Segovia. Más tarde aparecieron en el siglo X las Murallas de Ávila, su Catedral y otros monumentos que perduraron generaciones venideras.
El Centro Tecnológico de las Rocas y Minerales Industriales agradece a hermanos Prados Quemada su donación en recuerdo de los mas de 1.040 canteros censados en la provincia de Ávila y Segovia a principios de siglo XX. También reconoce a los canteros de pizarra, arenisca y caliza-mármol de la Península Ibérica, “sin los que los monumentos UNESCO no habrían sido posible”.
