Hay lío, y gordo, en la cacera de Navalcaz. Con fecha 18 de diciembre, en el Ayuntamiento de Palazuelos de Eresma se dio entrada a un escrito, de la Comisaría de Aguas —perteneciente a la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD)— por el que se iniciaba el expediente de extinción del derecho de concesión de agua de la mencionada cacera de Navalcaz, un asunto que ha alertado a sus beneficiarios, quienes la próxima semana presentarán alegaciones.
Pero, ¿qué es en realidad la cacera de Navalcaz? Se trata de una importante acequia, de construcción muy remota —en las primeras referencias documentales que existen sobre ella, del siglo XVI, ya se habla que es “de tiempo inmemorial”— que arranca del río Eresma en término de Valsaín, discurre por los términos del Real Sitio, Palazuelos, Revenga, raya de Hontoria y Segovia, entregando sus aguas al Eresma en el barrio de San Marcos.
La cacera se considera dividida, a todos los efectos de su propiedad y del aprovechamiento de sus aguas para el riego, en cinco partes iguales, que se llaman quintos de agua, y cuyos titulares son la dehesa de Aldeanueva, la finca de Quitapesares, el pueblo de Palazuelos de Eresma, el pueblo de Hontoria y el barrio del Cristo del Mercado.
Pues bien, esa cacera de Navalcaz es últimamente fuente de conflicto. El pasado verano, la ‘Alcaldía de Cartas’ —un cargo rotatorio que en ese momento desempeñaba el alcalde de Palazuelos de Eresma, Jesús Nieto—, impulsó unas nuevas ordenanzas de la comunidad de regantes.
En el artículo 7º de dicho texto se indicaba que “los fines de esta comunidad son el riego de los prados colindantes a los cauces principal y accesos de las parcelas, en los términos municipales de Palazuelos de Eresma, Segovia (por su barrio agregado de Hontoria, incluida la finca de Aldeanueva), y Segovia, así como el abastecimiento de los suelos urbanizados, en vías de urbanización y que se puedan urbanizar del municipio de Palazuelos, incluidos los enclaves industriales en el margen izquierdo del río Eresma”.
Tal artículo no contó con el apoyo de los tres quintos vinculados al Ayuntamiento de Segovia (Aldeanueva, Hontoria y Cristo del Mercado), como tampoco el deseo de Palazuelos de modificar la concesión de aguas existente —de 393,05 litros por segundo—, dando mayor importancia al abastecimiento urbano y menos al riego.
En cualquier caso, el Ayuntamiento de Palazuelos mantuvo su postura, y solicitó a la Comisaría de Aguas de la CHD la modificación de las características de la concesión de aguas. No tardó demasiado en contestar a tal petición la Comisaría de Aguas, quien requirió un sistema de control efectivo del volumen de agua utilizado. Y, ahora, en vista de la inexistencia de este sistema de control, la Comisaría de Aguas emprende otro nuevo camino, el de la extinción de la concesión de aguas, un asunto que promete dar que hablar durante mucho tiempo.
