La Gimnástica Segoviana dio este pasado fin de semana un paso atrás, o dicho de otro modo, dejó de dar uno importante hacia delante tras sufrir la derrota más dolorosa de la temporada en su visita al campo de As Eiroas. Más allá del resultado, el encuentro dejó otras noticias negativas para el conjunto dirigido por Iñaki Bea.
El equipo sumó su segunda jornada consecutiva sin ganar y desperdició una oportunidad de oro para dar un golpe de autoridad en la clasificación, especialmente porque ni Oviedo Vetusta ni Deportivo Fabril pudieron aprovechar la situación. Quien sí dio un paso al frente fue el Numancia, que tras un arranque irregular comienza a ganar terreno y demostrar por qué es uno de los grandes favoritos al ascenso. Una victoria gimnástica habría significado colocarse a cuatro puntos del conjunto soriano, pero tras la debacle en Carballo, el Numancia queda ya a solo un punto de una Segoviana que, aun siendo líder, ofrece sentimientos encontrados.
Además, la derrota también puso fin a una racha de cuatro partidos consecutivos puntuando a domicilio, donde el conjunto de Iñaki Bea había acumulado un empate y tres victorias. Cabe destacar que las dos derrotas del equipo gimnástico, junto a dos de los tres empates cosechados en lo que va de temporada han llegado como visitante, un dato que refleja cierta vulnerabilidad fuera de La Albuera.
Aparte del marcador, las formas en las que la Segoviana se desangró en Carballo dejan señales de alarma. Tres minutos bastaron para desbaratar el plan de partido gimnástico, con una primera parte para olvidar en la que encajó tres goles en 45 minutos. Para ponerlo en perspectiva, en las 13 jornadas anteriores había recibido apenas seis goles. La mayor fortaleza del equipo en otras ocasiones se convirtió en su kriptonita en esta ocasión. Los tres goles encajados en la primera parte no pueden tomarse como excusa, pero sí hubo un condicionante importante: Iñaki Bea presentó un once muy limitado por las bajas. Diego Campo cumplía ciclo de amarillas, los tres laterales de la plantilla (Iker, Juan Silva y Rubén) estaban fuera, y Morata arrastraba un proceso gripal.
Para más inri, la mala fortuna se amplió con la lesión del central Josep Jaume, que tuvo que retirarse por problemas en el aductor, y la expulsión de Manu, el capitán, que deja su presencia en el próximo partido ante el Ourense descartada. Por su parte y, en medio de tanta oscuridad, lo más destacable fue Marc Tenas, quien rompió su sequía goleadora con un auténtico golazo, enviando el balón directamente a la escuadra y logrando así su primer gol con la elástica gimnástica.
Así, la Segoviana parece atravesar un bache considerando resultados y la limitada disponibilidad de su plantilla, aunque aún mantiene el liderato, quizá la mejor noticia de la jornada. La posición en la tabla ofrece un respiro en medio de sensaciones agridulces, pero el calendario y la categoría no permiten concesiones.
Ahora, sin tiempo que perder, el conjunto de Iñaki Bea se centra en mantener su primer puesto en el próximo compromiso, que lo llevará a recibir en La Albuera al Ourense, una oportunidad clave para sumar tres puntos más y disipar cualquier tipo de dudas sobre por qué sigue siendo el líder de la categoría.
