Si alguien hubiera apostado a principios de temporada que la Gimnástica Segoviana, tras su descenso el curso pasado y una plantilla renovada, estaría liderando la tabla con una ventaja de cuatro puntos sobre sus perseguidores, probablemente habría sido considerado un optimista extremo. Sin embargo, la realidad supera cualquier pronóstico: tras un inicio de liga brillante, el equipo de Iñaki Bea se ha instalado en lo más alto gracias a un arranque sólido y convincente que combina eficacia, carácter y madurez competitiva. Con solo una derrota en 12 jornadas, ocho victorias y tres empates, la Segoviana no solo gana partidos, sino que impone su estilo y, lo más importante, gobierna en las áreas.
La última victoria en Abegondo frente al Deportivo Fabril fue buena muestra de ello: un gol de Pau Miguélez en la primera parte, un equipo ordenado y práctico, y la capacidad de saber sufrir cuando el partido lo exigía. Triunfos de este tipo construyen confianza y, más allá de los números, alimentan la idea de que este grupo tiene la consistencia necesaria para mirar más alto. Dicen que victorias así dan títulos, en este caso, pueden significar ascensos. Quien sabe, el tiempo dirá.
Pronósticos aparte, la puesta en escena de la Segoviana en Galicia fue de matrícula de honor con una nueva actuación coral en la que todos suman, desde un Postigo que volvió a demostrar con creces el por qué se ha adueñado de la portería gimnástica, pasando por una defensa expeditiva liderada por un Josín que no pareciese que fuese el último en llegar, como por un centro del campo de garantías con Fer Llorente y Diego Campo. Todo ello complementado por un carrusel de cambios que, nuevamente, volvieron a jugar un papel clave. Ahí radica una de las grandes claves del éxito gimnástico, el de una plantilla, que no equipo, en el que todos aportan sin mirar el número de minutos.
Así, una Segoviana a velocidad de crucero estiró su grandísima dinámica, con hasta 20 de los últimos 24 puntos en el bolsillo y unos números que asustan: tan solo 15 goles a favor, pero únicamente cinco en contra que lo han llevado hasta gobernar la tabla ya incluso con un ligero margen, pues aventaja en cuatro puntos a Deportivo Fabril y Oviedo Vetusta. En esas, seis victorias y dos empates en sus últimos ocho compromisos y la sensación de que, además de cumplir en casa, también lo hace ya como visitante, pues suma un empate y tres triunfos consecutivos. Ya no le importa el escenario.
Ahora, el equipo de Iñaki Bea volverá este domingo al campo municipal de La Albuera en busca de prolongar su momento dulce en un nuevo compromiso en el que recibirá la visita de un Atlético Astorga instalado en la parte baja de la tabla. Ahí, la Segoviana mantiene la condición de invicta con cinco victorias y un empate junto a un dato de un valor incalculable y que es oro molido, pues aún se mantiene imbatida. En definitiva, una oportunidad de oro para que la Segoviana siga alimentando una ilusión que crece conforme pasan las jornadas.
