La actualidad es la que siempre manda en el universo periodístico; por ello, en el ámbito deportivo, circunscrito a nuestra provincia segoviana, no puedo por menos de tocar la maestría, esfuerzo, dedicación y saber hacer del equipo juvenil de la Gimnástica Segoviana; porque, sepan ustedes, que esa división es la máxima categoría del fútbol juvenil en España. Y Segovia, pobrecita ella en tantas cosas, ha salido una vez más a la palestra demostrando su valía.
Pues sí, esa meta, aportando muchas horas de entrenamiento y ganas, ha dado sus frutos
Estamos en una época tan traumática y angustiosa por la dichosa pandemia que, cuando aparecen hechos como el que protagoniza esta columna, a los que nos gusta el deporte, y concretamente el fútbol, nos supone tener un granito más de alegría para engrosar el saco de las alegrías, que está un tanto pobre. Y este hecho resulta interesante porque despunta el espíritu de unos chavales que, más allá del interés individual, sobresale su idea de equipo, de colectividad para lograr un objetivo. Pues sí, esa meta, aportando muchas horas de entrenamiento y ganas, ha dado sus frutos. Su entrenador, Tito Domingo, ha realizado una extraordinaria labor.
No es nada fácil lo conseguido por estos chicos. Hay que tener en consideración que su ascenso a División de Honor significa que se van a enfrentar a equipos con el rango de juveniles (de 16 a 18 años ambos inclusive) pertenecientes a grandes clubes del fútbol español. Otro gratificante capítulo más en la historia del Club Gimnástico, que comparte esta temporada con su hermano mayor, ascendiendo a Segunda RFEF. Los majos de Segovia deben estar orgullosos; o, al menos, así me siento yo.
