El Unami cayó por la mínima en la pista del Soto del Real por su falta de acierto de cara a gol y la mala fortuna de encajar el único tanto del encuentro en un rebote a 40 segundos del final. El cuadro segoviano, ya con la salvación matemática en el bolsillo, adoleció la falta de pólvora de otras tardes ante un rival que se jugaba la permanencia y que logró un triunfo de valor incalculable de una forma un tanto accidental.
Las segovianas se hicieron con el dominio del partido tras un comienzo algo dubitativo. No solo se jugaba a lo que ellas querían, sino que llegaron las ocasiones. Pero no el gol. Pese al tráfico que asediaba por momentos la portería local, el partido se marchó al descanso sin goles. En global, tres cuartas partes del desarrollo del encuentro sucedieron bajo el dominio de las azules, muy superiores en el apartado físico.
Así se llegó al tramo final, con la tensión del empate a cero inicial. Las locales pidieron tiempo muerto a falta de tres minutos, pero no arriesgaron a vaciar la portería y jugar de cinco. Con todo, llegó el gol en un córner; en la segunda jugada sirvieron un balón interior que tocó en la defensa segoviana y entró en la portería.
Una vez por detrás, el Unami vació su portería y tuvo un par de ocasiones en los segundos finales. Sin suerte. “Este resultado nos tiene que valer para ponernos las pilas y acabar bien la liga. Exigirnos más, porque servirá para la próxima temporada”; subraya el entrenador del Unami, Antonio González, que seguirá dando oportunidades a jugadoras con menos minutos de cara a la preparación para el próximo curso.
El Unami, que aseguró la salvación con mucha antelación, a cinco jornadas del final, tendrá aún que completar las últimas tres fechas del calendario. El próximo compromiso será el sábado en el pabellón Pedro Delgado ante el Leganés Masdeporte A.
