El deporte vive momentos complicados por la crisis sanitaria que ha propiciado el Covid-19. El pasado se ve demasiado lejano después de dos semanas de confinamiento, el presente se vive lento, sufriendo por las informaciones puntuales acerca de la evolución de un virus que no termina de remitir y el futuro aparece, inevitablemente, de un color oscuro.
En el caso del fútbol, buena parte de los clubes profesionales se han acogido a las medidas del Gobierno presentando expedientes de regulación temporal de empleo, que finalizarán en cuanto se levante el estado de alarma, pensando en que las respectivas competiciones pueden alargarse más allá del 30 de junio, algo que sin duda afectará a las planificaciones de la próxima temporada en los equipos inmersos en la lucha por el ascenso, o la permanencia.
Pero si el futuro deportivo aparece repleto de incógnitas para todos los equipos, el económico se presenta todavía más complicado para los clubes más modestos, muchos de los cuales sobreviven gracias a la aportación de sus socios, pero también a las ayudas públicas más algunas puntuales de empresas privadas. La recesión económica que algunas fuentes apuntan a que será tan importante como la que se sufrió en 2008, obligará de nuevo a centrar los esfuerzos en las actividades económicas esenciales, y el deporte no aparece como una de ellas.
Así que el deporte de Segovia, que aun en su modestia tiene un importante apoyo en las ayudas de las instituciones, se prepara para un futuro difícil en el que con seguridad tendrán que hacer un nuevo agujero en su ya apretado cinturón.
La Segoviana, mucho por delante
Centrando el interés en la Gimnástica Segoviana, el club tenía previsto jugar el play off de ascenso a Segunda B en el apartado deportivo, mientras que en el institucional unas elecciones a la presidencia aparecían en el horizonte más cercano, a finales de junio como muy tarde, una vez que el equipo hubiera finalizado la temporada, y para dar tiempo a que la nueva Junta Directiva pudiera organizar el club y sacar adelante un presupuesto, ya fuera con el equipo en Segunda B o en Tercera.
Sin embargo, todo se ha parado en el club azulgrana menos el tiempo, que sigue corriendo. Deportivamente el equipo espera a la decisión de la Federación Territorial, siempre supeditada a la Española, acerca de una hipotética reanudación de la competición con once jornadas, más una fase de ascenso, aún por disputar. En el apartado institucional la entidad presentó un ERTE para la plantilla y sus trabajadores, y aunque la prioridad es otra y en la actual Junta Gestora no se contemplan más opciones que la de terminar de la mejor manera posible esta crisis sanitaria para la que se puso mano a la obra apoyando la campaña de las Mascarillas Solidarias, los plazos para convocar las elecciones comienzan a acortarse, y a reducirse las posibilidades de que alguien quiera hacer frente a las obligaciones que supone gestionar un club de fútbol, y a confeccionar un presupuesto que sin duda se verá recortado con respecto al de años anteriores. Aunque se trate de un club sin deuda.
