Por segunda vez en menos de un mes, los aficionados presentes en el Pedro Delgado pudieron ver a los jugadores del Caja Segovia abrazados viviendo con toda la tensión del mundo una decisiva tanda de penaltis. Y por segunda vez vieron cómo esa tanda terminaba en disgusto. Pero la imagen pretende ir mucho más allá, y mostrar los rostros de un grupo de jugadores que han formado un equipo extraordinariamente ilusionante que poco a poco se va mereciendo llevarse una buena alegría. Tendrá que ser en la liga.