Moraleja de Coca concentró a más de medio centenar de caballistas en lo que fue su segundo encierro campero anual que viene a cerrar la temporada de encierros campestres en tierra de pinares. Una cita amenazada por la lluvia lo que influyó en la asistencia de caballistas y de gente con respecto al primer encierro celebrado el año pasado.
Aún así resultó una mañana entretenida por el juego que dieron la suelta de las dos vacas de la finca la Chaola Taurovemar de Zamora, que corrieron un encierro no exento de incidentes ya que una de las vacas corneo a dos caballos, uno de ellos de gravedad al rajarle el vientre y el otro incidente cuando un caballista no se hizo con las riendas y cayó a los pies de la vaca, afortunadamente sin daño alguno, ya que la res giro hacia otro lado y el accidentado pudo hacerse con el caballo y volver a montarlo.
Encierro donde el paraje ‘El Pozuelo’ del recorrido ofrecía vistosidad a los cientos de personas, que con los numerosos coches aparcados hacían pasillo y pudieron disfrutar de la bella estampa que ofrece la carrera de los caballistas llevando a la res brava y en el que también se pudo presenciar la faena de los habituales recortadores que suelen participar en este tipo de eventos taurinos.
Una mañana que llenaba de ambiente festivo la localidad, cuya asistencia a la celebración triplicó en número del centenar de habitantes que habitualmente la habitan y donde los visitantes pudieron pasar unos momentos agradables degustando el típico almuerzo del segador, el concierto de ‘La Keka’ y del grupo ‘Los Varis’, que dieron tono al ambiente campero envolviendo de alegría y diversión al pueblo durante esta jornada, que además contó con sorteos de regalos, cuyas rifas contribuyen, junto a las empresas y establecimientos de la zona, en la financiación del evento.
