Con la necesidad de ganar, pero la urgencia de no perder, la Gimnástica Segoviana sumó un valioso empate en el fortín del Reina Sofía frente a todo un Unionistas de Salamanca en un partido de menos a más gimnástico y en el que su falta de colmillo en los instantes finales lo condenó a no poder sumar los tres puntos (1-1). Un nuevo punto, nueve finales por delante y Amorebieta ya en el horizonte. Licencia para soñar.
Desde la pizarra, la noticia en el once gimnástico en una Salamanca que contó con hasta 300 aficionados segovianos fue que no hubo noticia, pues Ramsés Gil apostó por la misma puesta en escena que saltó a La Albuera para medirse a la Cultural Leonesa hace escasos siete días. Oliva bajo palos, con Silva y Céspedes en los laterales y con Abel Pascual y David López como pareja de centrales, medular para Juan de la Mata, Fer Llorente y Hugo Díaz, bandas para Berlanga y Astray y, en la punta de ataque, Josh Farrell. La novedad azulgrana sí estaba en una convocatoria a la que regresaban tanto Pablo Carmona como Borrego, mientras que Rodrigo Sanz y Rubén seguían fuera de combate.
Sobre un imponente Reina Sofía, entró mejor un Unionistas mandón con pelota, tanto por hambre como por inercia ante una Segoviana apática, perezosa en la presión e incapaz de encontrar a Juan de la Mata y Fer Llorente. Y esas dudas gimnásticas se trasladaron de inmediato a una zaga que no tardó en tener trabajo. Y por partida doble. Porque el equipo de Dani Llacer buscó pescar en río revuelto y cerca estuvo de hacerlo, primero con un disparo de Jonny que taponó Hugo Díaz y, acto seguido, con un error en la salida de pelota de Astray que acabó con un disparo alto de Chuca con pierna izquierda.
EJERCICIO DE SUPERVIVENCIA
Los dos avisos sin colmillo local tampoco hicieron despertar a una Segoviana que comenzaba a ver las orejas a un lobo que por suerte no mordía. Sin noticias de Berlanga ni Astray, con Farrell en una isla salmantina y en defensa sostenido por un Juan Silva expeditivo. En el otro lado, Unionistas seguía a lo suyo, lanzando una y otra vez por bandas y, en una de ellas, nuevo susto para el cuerpo gimnástico tras una diagonal de fuera hacia dentro de Rastrojo que su disparo potente y al palo corto lo detuvo Oliva.
Los minutos pasaban, con continuas llegadas aunque sin colmillo de Unionistas y una Segoviana que resistía con exceso de trabajo en defensa y que en ataque, casi sin buscarlo, cerca estuvo de encontrar oro con la mejor ocasión de la primera parte. En un balón en largo de David López sin aparente peligro, un error en el despeje de la defensa salmantina dejó a Astray en el mano a mano con Iván Martínez, pero su intento de vaselina lo leyó a las mil maravillas el meta local para, con una gran manopla, mandar la pelota a un córner que tampoco fue a más.
De ahí al descanso, mismo guion, Unionistas la volvió a tener con un nuevo centro que cortó esta vez Céspedes mientras que la Segoviana se lanzó ya sí a vestuarios con la mejor noticia de que, a pesar de las amargas sensaciones, seguía en pie. Tras el reposo, la hoja de ruta no cambió, el equipo de Dani Llacer seguía en modo acoso y derribo, merodeando el gol a base de avisos laterales ante una Segoviana ausente en ataque y que seguía jugando con fuego. Sin mejora. Hasta que Borrego lo cambió la cara. Porque Ramsés Gil, al abrigo de la hora de juego, sustituyó a Astray dando entrada al jugador salmantino que no tardó en tener influencia. Tanto en ataque, con un cabezazo a centro de Juan Silva que le faltó colocación, como en tareas defensivas, cortando las amenazas salmantinas.
SIN PUNTERÍA NO HAY FELICIDAD PLENA
La película cambió, Unionistas entró en dudas y la Segoviana despertó. Esta vez de verdad. Así, el equipo azulgrana acarició el 0-1, primero con un disparo de Berlanga que taponó el defensa salmantino y, acto seguido, con un disparo desviado de Fer Llorente desde el balcón del área a la salida de un saque de banda. Fue la última acción del ‘14’ gimnástico que dejó su lugar a Fernán, mientras que minutos antes, Ramsés Gil optó por retirar a Farrell, Hugo Díaz y un dolorido Juan de la Mata por Gómez, Tellechea y Manu.
Distintas piernas, pero mismo hambre, porque bajo el pie de Borrego y Fernán, la Segoviana siguió creciendo ante un Unionistas ya más preocupado por área propia que por área gimnástica y que se salvó del huracán segoviano por su infortunio de cara a puerta. En una media vuelta algo forzada, Gómez avisó nuevamente al equipo charro y, cerca de cumplirse el tiempo reglamentario, un balón frontal desde campo propio lo cazó Abel Pascual que, con alma de ‘9’, cerca estuvo de vestirse otra vez de héroe gimnástico. Esta vez, Iván Martínez achicó a las mil maravillas dejando sin premio la insistencia azulgrana.
Ya en el añadido, una Segoviana volcada a tumba abierta sobre meta salmantina tuvo una última con un balón servido en bandeja de plata de Fernán tras una gran conducción que Juan Silva, con un disparo demasiado cruzado, desaprovechó dejando así un definitivo reparto de puntos que deja un sabor agridulce en clave gimnástica. Porque si en la primera parte se salvó, en la segunda mereció más, mucho más.
Con este punto, la Segoviana encadena su tercera jornada consecutiva sin perder, se mantiene aún en las posiciones de descenso y suma su segundo empate seguido ante el que, tan sólo las nueves finales restantes, dictarán si fue suficiente o no como para mantener la categoría. De momento, la Segoviana sigue viva.
