El Unami mantiene la inercia positiva de las últimas jornadas, y haciendo un desgaste extraordinario frente a uno de los equipos más técnicos de la categoría como es el Salamanca UDS, pero también mostrando el acierto ofensivo que había faltado hasta este tramo de la temporada, consiguió los tres puntos.
Como quiera que el fútbol es un estado de ánimo, y el del Unami ha mejorado en las últimas jornadas, el conjunto segoviano salió al campo de La Albuera con la intención de tutear a uno de los conjuntos de referencia en el grupo VIII, y en los primeros minutos las mejores ocasiones fueron para los locales, mejor adaptados a un campo de La Albuera al que las lluvias habían dejado algo blando.

El equipo de Juan Folgado supo aprovechar las indecisiones de su rival para poner distancia en el marcador

Un error del portero visitante a la hora de entregar el balón a su central le dio a Esperalta la ocasión de hacer el 1-0, pero su lanzamiento lejano se marchó fuera. Poco más tarde, Sergio Alcubilla terminó una gran acción ofensiva de los segovianos con un remate cruzado que sacó la defensa del Salamanca, que tuvo que realizar su primer cambio a los pocos minutos de encuentro por la lesión de Pablo.
Aún más se le torcieron las cosas al conjunto de María Hernández, porque el Unami, después de pasar un par de sustos porque Lorenzo y los centrales no acababan de entenderse, dio primero aprovechándose de la falta de contundencia de la línea de contención charra que acabó con un balón en profundidad a Diego Alcubilla para que este definiera con claridad haciendo el 1-0.

EL ACIERTO DE NO ENCERRARSE

No cambió el Unami su planteamiento del partido, con Quino e Ibra poniendo criterio en el centro del campo y Esperalta y Alcubilla complicando la vida a la defensa rival con su movilidad. Tan solo la banda derecha del equipo azul pasaba por algunas complicaciones, pero el Salamanca UDS no terminaba de culminar sus acercamientos y las contras segovianas eran iniciadas con calidad.
Cumplida la primera media hora de partido, el conjunto visitante comenzó a tener más control del juego y sus llegadas al área fueron más frecuentes, con el consiguiente trabajo para la defensa del Unami, y también para Lorenzo que tuvo que despejar un duro remate cercano de Gabri. Los de Juan Folgado pasaron a trabajar más sin el balón que con él, aunque el sistema defensivo aguantó sin más contratiempos hasta el descanso.
La segunda mitad se inició como se esperaba, con el Salamanca UDS tratando de dominar al Unami, que agazapado en su campo esperaba la oportunidad de lanzar un zarpazo a la contra como el que se convirtió en el 2-0, cuando Esperalta se aprovechó de un mal entendimiento entre la defensa y el portero salmantinos para (esta vez sí) marcar desde lejos el segundo tanto local.

EL QUE RESISTE GANA

Reaccionó con violencia el equipo visitante, que se acercó con mucho peligro al marco de Lorenzo en las acciones siguientes que no terminaron en gol de verdadero milagro, pero el Unami no quiso renunciar a las contras porque era la manera que tenía de evitar que su oponente adelantara a demasiados futbolistas en su ofensiva. El trabajo de desgaste de Ibra, Esperalta y Alcubilla en esa faceta fue más que encomiable, pero tampoco se puede obviar el del resto de compañeros en una labor defensiva que fue minando la moral del Salamanca UDS, al que solo la aportación ofensiva de Souley y la movilidad de Gabri, aportaban algo de luz en su ataque.
Un gol anulado a Gabri por fuera de juego fue lo más peligroso que hizo el conjunto visitante durante el tramo central del segundo período en el que Juan Folgado refrescó al equipo de cara a un tramo final en el que, como casi siempre, hubo más nervios que juego y en el que el salmantino Alvarito fue expulsado por doble amonestación.
El Salamanca UDS fue poco a poco a menos, colgando balones al área para que entre Domingo y Vicente pudieran despejar el peligro. El Unami vivió los últimos minutos razonablemente tranquilo hasta que el árbitro señaló el final del encuentro y los jugadores segovianos pudieron festejar la consecución de tres puntos que no solo les van a ayudar a efectos clasificatorios, sino también suponen un buen espaldarazo moral con el que terminar el año 2022.