El sindicato UGT dice estar dispuesto a dar explicaciones de lo acontecido en la Casa del Pueblo de Carbonero el Mayor. Y lo hará en una asamblea que tendrá lugar el próximo 9 de enero, a las 20 horas, y a la que se convocará a todos los afiliados.
El secretario de Organización de UGT – Castilla y León, Faustino Temprano, rechazó ayer informar a esta Redacción de la venta del edificio, considerando que “lo lógico es decirlo primero a los militantes”, a los que emplazó a la asamblea del 9 de enero. No obstante, Temprano sí quiso aclarar que “la Casa del Pueblo de Carbonero es de UGT”, agregando que lo que el sindicato ha hecho ahora “es dar una solución a un grave problema que teníamos ahí”. De sus escuetas palabras se deduce que la venta del edificio es un hecho puntual, no integrado en una campaña de UGT para deshacerse de inmuebles de su propiedad.
Desde UGT – Segovia, Miguel Ángel Mateo reiteró que la venta del edificio “se ha llevado desde Valladolid y Madrid”. Mateo sí confirmó que la Casa del Pueblo de Carbonero el Mayor, levantada a principios de los años 30 del pasado siglo por obreros de la localidad, miembros de la asociación “La Aurora”, ha sido recientemente vendida a un particular, si bien dijo desconocer el precio pagado por el edificio, colindante a la iglesia de San Juan Bautista.
Mientras, en Carbonero el Mayor, las críticas a la venta del edificio han continuado en los últimos días. Después de la aparición de una pintada en la Casa del Pueblo (“Fue del pueblo y será del pueblo”), un grupo de afiliados ha realizado gestiones para conseguir que UGT invalide la venta, al considerar que “es una falta de respeto a la historia del inmueble que ahora pase a manos privadas”.
Tras la Guerra Civil, el edificio pasó a los sindicatos franquistas, y después, con la llegada de la democracia, fue devuelto a la UGT, su legítimo propietario, quien lo utilizó, al igual que el PSOE, hasta los primeros años del siglo XXI. Con posterioridad, quedó abandonado, sufriendo un progresivo deterioro que lo ha llevado a su situación actual, en estado de ruina. Ese lamentable estado ha propiciado que el sindicato decidiera su venta a un particular. Un militante de la UGT de Carbonero el Mayor, crítico con la operación, defendió que “tanto los afiliados como el resto del pueblo quieren que si el sindicato no puede mantener el edificio se negocie con el Ayuntamiento, para su cesión o venta”, recordando que dicho solar “siempre ha sido de uso público, desde que allí estuvo el cementerio de la iglesia hasta ahora”, por los que no son pocos los que ahora se resisten a verlo en manos privadas. “No encaja con la historia del solar”, agrega ese afiliado.