En «Lo Imposible», María, el personaje que interpreta Naomi Watts, solo tiene tiempo de gritar antes de ser engullida y arrastrada por la terrible ola. Nada puede parar un mar violento, que el maremoto ha convertido en un muro de agua negra, que lo inunda todo. Si J.A. Bayona quisiera hacer un «remake urbano» de su película, Segovia sería el escenario perfecto. «El tsunami segoviano» es como una gran mancha que se extiende, lentamente, tiñendo de azul la ciudad y obligando a sus habitantes a tener que pagar cada vez que quieren aparcar sus vehículos.
Basta un ligero repaso a la hemeroteca para comprobar los efectos del «tsunami» azul. Y es que el número de plazas de aparcamiento reguladas por la ORA se ha duplicado en apenas seis años. Lo que en los años 80 comenzó como una regulación ceñida a una parte del casco antiguo, con vigilancia por parte del personal municipal y venta de tickets en quioscos y estancos, hoy afecta a decenas de calles de hasta seis barrios de la capital: San Millán, el Casco Antiguo, San Lorenzo, Santo Tomás, Santa Eulalia y El Salvador.
En la actualidad, según datos oficiales, existen 2.733 plazas reguladas de aparcamiento, 782 de ellas en el casco antiguo (identificadas de color verde) y 1.951 en el resto de la ciudad. Pero es que no hace demasiado tiempo, a principios de 2006, los estacionamientos pintados de azul se cifraban en 1.260. Esto es, en seis años, el Ayuntamiento ha incorporado hasta 1.483 plazas reguladas por la ORA; las últimas, un total de 515, en el entorno del nuevo campus universitario.
¿Afán recaudatorio?.¿Demanda vecinal? ¿Una medida necesaria para permitir la rotación en una ciudad que ha multiplicado su parque móvil de manera espectacular?. Parece que todas estas razones han contribuído, en mayor o menor medida, a las sucesivas ampliaciones de la «zona azul», que controla la empresa «Setex Aparki».
Lo que resulta indudable es que la ORA deja a las arcas municipales no pocos dividendos. El contrato que vincula a la concesionaria establece que el 85% del remanente que obtenga la empresa, como resultado de la diferencia entre el coste del servicio y la recaudación obtenida, debe ingresarlo en las arcas municipales. Cuando el número de plazas era la mitad que ahora, el Ayuntamiento llegó a ingresar, como resultado de las liquidaciones de los años 2004 y 2005, casi 95.000 euros. Pero la inyección de ingresos para el Ayuntamiento no procede solo de la mayor o menor rentabilidad del servicio, sino también, de forma indirecta, por las multas que imponen los agentes municipales por infringir la norma. De las 27.503 multas de tráfico impuestas en 2011, la mayoría, 15.486, corresponden con infracciones a la ordenanza de aparcamiento.
¿Cómo se ha extendido la marea azul?. La primera ampliación de cierto calado, en la historia más reciente de la ciudad, se produjo en el año 2006. En septiembre de ese año, se incorporaron 254 plazas, correspondientes a calles de los barrios de El Salvador, Santo Tomás y San Millán. Tres meses después, en noviembre, se añadirían otras 61, en la Plaza de Somorrostro y en el Puente de Muerte y Vida, en el barrio de Santa Eulalia.
La siguiente «oleada» del tsunami se produciría en 2009. El 20 de enero de ese año entró en vigor la primera fase de la nueva ampliación de la zona azul aprobada por el pleno del Ayuntamiento. La ordenanza entró en vigor en diferentes calles de los barrios de Santa Eulalia -entre ellas José Zorrilla, desde Somorrostro hasta la plazuela del mismo nombre- y El Salvador. Aquel día entraron en vigor 363 nuevas plazas, si bien en los meses posteriores entraron en funcionamiento el resto, para completar los 653 estacionamientos de azul previstos en la ampliación. En suma, solo en tres años, de 2006 a 2009, se incorporaron 968 nuevas plazas de «zona azul».
Y en junio de 2009, coincidiendo con la entrada en funcionamiento del parking de Padre Claret, 782 plazas del casco histórico pintadas de azul se convirtieron en verde. Desde entonces en el casco antiguo solo se puede aparcar, como máximo, durante una hora y el precio mínimo del ticket (media hora) se fija en 0,60 céntimos, el doble que en “zona azul”.
Pero todavía quedaba una nueva extensión de la zona «azul». La que es, por ahora, la última ampliación, ha añadido 515 plazas. Entró en vigor el pasado 1 de agosto y ha pintado de azul un total de 19 calles, la mayoría en el barrio de Santa Eulalia, junto al campus de la universidad de Valladolid (UVa). De las 1.250 plazas de azul con las que arrancó el año 2006, se ha pasado a las 2.733 en el verano de 2012; esto es, un crecimiento del 218%.
El Ayuntamiento no tiene previsto nuevas ampliaciones a medio plazo, pese a que el Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) contempla la posibilidad de extender la ‘marea azul’, en varias fases, a calles que hoy quedan libres de la ordenanza. El PMUS plantea que podría ampliarse la ORA al eje entre Padre Claret, la avenida de Juan de Borbón, y la calle Juan Carlos I hasta la Puerta de Madrid. En el otro extremo, el PMUS marca como posible ampliación la calle Conde Sepúlveda hasta Obispo Quesada; y el último tramo de la calle José Zorrilla.
«Por ahora no tenemos perspectivas de ampliación a medio plazo», ha señalado el concejal de Tráfico, Alfonso Reguera, quien también ha descartado extender la zona ‘azul’ a más calles del entorno del nuevo campus universitario, como Cantarranas, Gutiérrez Mellado, Agapito Marazuela o la propia avenida de la Constitución, con aparcamientos saturados.
Tampoco el Ayuntamiento tiene previsto implantar la ORA en el aparcamiento al aire libre del antiguo Regimiento, frente al campus, donde cada día estacionan un centenar de vehículos. Aparcar en este espacio seguirá siendo gratuito. Es como una pequeña isla a salvo del “tsunami” azul que ha azotado Segovia.
2.733 plazas
Segovia capital cuenta en la actualidad con un total de 2.733 plazas controladas por la ORA, de las que 782 se encuentran en el casco histórico (zona verde), mientras el resto, 1.951, son de zona azul. Los vecinos que residen en estas zonas tienen derecho a solicitar una tarjeta que les permite aparcar sin necesidad de ticket, aunque solo en su zona de residencia. La tarjeta de residente, tanto en zona azul como zona verde, tiene un coste de 23,68 euros anuales para los residentes permanentes y de 47,39 euros al año para los residentes temporales. A principios de 2012, Tráfico emitió 2.895 tarjetas ORA, a las que hay que sumar las cerca de 600 repartidas entre los vecinos que residen en las 19 calles de la última ampliación. Existen unas 2.300 tarjetas para aparcar en zona azul y 651 para hacerlo en zona verde; a las que suman las 474 que autorizan el paso por la Plaza Mayor y las 486 que poseen personas con movilidad reducida.
