Bajo la minuciosa atención de cientos de ojos, con la respiración contenida por los miles de pasos que recorren sus salas, los tres grandes museos de la capital de España baten récords de ocupación sin que ello logre perturbar la paz que reina en sus corredores. Y es que el Prado, el Reina Sofía y el Thyssen recibieron más de 3 millones de visitantes (3.385.914, concretamente) solo durante el primer semestre de este año 2012.
Así, el Prado sumó 1.547.857 huéspedes, lo que supone un aumento del 7,54 por ciento respecto al mismo período de 2011. Por su parte, el Museo Thyssen-Bornemisza acumuló 527.289, a los que habría que añadir los 169.113 que acudieron en total a la exposición de Chagall en su sede de la Casa de las Alhajas (y que no están incluidos).
Sin embargo y según precisaron desde el Thyssen-Bornemisza, sí se contabilizaron los visitantes que fueron a ver la exposición sobre Hopper hasta el 30 de junio, unos 62.155. De este modo y comparándolos con el año pasado, se puede decir que en los siete primeros meses del 2011, el museo sumó 559.573 visitas.
Por su parte, el Reina Sofía se mantuvo prácticamente a un nivel similar al del mismo período del año anterior. Mientras, entre el 1 de enero y el 30 de junio de 2012, 1.310.768 personas acudieron al Museo o a cualquiera de sus sedes. En 2011 lo hicieron 1.355.138, o lo que es lo mismo, se produjo un ascenso del 3,2 por ciento. Desglosando las cifras del Reina Sofía, el mes que mayor afluencia de público registró fue mayo, con 272.635 visitantes.
En contraposición al alza del gusto por los grandes museos, parece que la afición por la lectura no ha dejado de caer. Así, la venta de libros en el mercado interior sigue descendiendo, pues en 2011 se facturaron 2.772,34 millones de euros, lo que supone una bajada del 4,1 por ciento con respecto al año anterior. Además, solo en el primer semestre de 2012, la caída ya se acercó al 10 por ciento, como anunció ayer Javier Cortes, presidente de la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE).
Este descenso de las ventas viene motivado por la crisis, la implantación del mundo digital y la «mentalidad de la cultura de todo gratis», explicó Cortes durante la presentación del Estudio de Comercio Interior y Exterior del Libro en España.
Por ello y para aliviar esta caída, el presidente de la FGEE reclamó de manera «urgente» una nueva ley de propiedad intelectual y fiscalidad de los textos en todos sus formatos. «Subir el IVA de los libros castigaría más al sector. Económicamente es una medida poco rentable y no se justifica desde ningún punto de vista», denunció.
En cuanto a los primeros efectos de la Ley Sinde en el cierre de páginas web, Cortes señaló que estas medidas «llegan tarde». «Hemos pasado de la impunidad más absoluta a que exista un guardia de circulación», alegó.
No obstante, el más afectado por esta bajada del sector editorial es el libro de ficción para adultos, por lo que los responsables de la FGEE no descartaron que en 2012 puedan cerrar algunas editoriales, grande y pequeñas, por culpa de estas cifras.
