La Guardia Civil ha detenido a dos personas en Valladolid y a una en León y ha investigado a otras seis en Barcelona, Almería, Valladolid, Córdoba y Jaén, que supuestamente estafaron más de 3,5 millones de euros con una web aparentemente dedicada a las criptomonedas.
El subdelegado del Gobierno en Valladolid, Jacinto Canales, y el jefe de la Comandancia vallisoletana, el coronel Andrés Manuel Velarde, han informado de esta operación, denominada Biteda, y de otras dos vinculadas con la ciberdelincuencia.
Fue a principios de 2024 cuando los agentes recibieron la denuncia de una persona que relató que había invertido en una página de internet supuestamente dedicada a las criptomonedas, realizando varias transferencias por un total de 9.532,75 euros.
La Guardia Civil inició varias líneas de investigación y comprobó que la víctima había llevado a cabo transferencias bancarias a cuentas españolas y extranjeras.
Al analizar las cuentas, se acreditó que también recibían dinero de otras personas, posteriormente identificadas como víctimas de estafa.
Los agentes determinaron que el grupo criminal publicaba anuncios en diversas plataformas de Internet, promocionando una supuesta empresa de inversión en criptomonedas con alta rentabilidad y las víctimas, al hacer clic en los anuncios, eran dirigidas a una web falsa donde realizaban las inversiones.
La Guardia Civil contactó con 97 victimas de la organización criminal y calculó que la estafa fue en total de 3.567.638,90 euros, además de identificar la participación de varias personas conocidas como mulas económicas.
Estafa amorosa
La segunda operación vinculada con la cibedelincuencia dada a conocer este martes se denominó Loleda, tuvo que ver con una “estafa amorosa” y supuso la investigación de tres personas, residentes en Coria (Cáceres), Barakaldo (Vizcaya) y Sevilla, han detallado fuentes del instituto armado.
La Guardia Civil inició la investigación en marzo de 2024 tras una denuncia presentada en el Puesto de Boecillo (Valladolid), donde la víctima explicó que había hecho uso de aplicaciones de citas, con posterior mensajería a través de “WhatsApp” y “Telegram”, mediante las que contactó con un hombre de origen francés, “de buena apariencia física y atractivo”.
La víctima, engañada con el pretexto de recuperar su dinero, realizó varias transferencias tanto a cuentas extranjeras como españolas, supuestamente para cubrir los gastos de una herencia que recibiría el estafador.
Bajo el pretexto de favores personales, el supuesto autor, junto con la víctima, realizó movimientos financieros a través de bancos internacionales y plataformas de inversión en criptomonedas.
En la trazabilidad del dinero se identificó a tres personas en territorio nacional que blanquean los fondos obtenidos mediante la estafa, recibiendo en total 51.800 euros de la víctima.
Además, en las cuentas bancarias extranjeras se detectaron numerosos ingresos de otras víctimas, quienes fueron engañadas utilizando el mismo modus operandi.
La metodología “Romance Scam” es conocida como la “estafa amorosa”. Comienza con la publicación de un perfil falso de citas en línea y termina con la desaparición del estafador, una vez que consigue lo que busca (en la mayor parte de los casos).
Compras de enseres nunca entregados
La tercera operación difundida, Talamineda, conllevó la detención de tres personas en Valladolid, dos en la localidad vallisoletana de Cabezón de Pisuerga y la investigación de otras dos en Valladolid.
La Guardia Civil tuvo conocimiento de los hechos en junio, a través de denuncias presentadas en Minas de Río Tinto (Huelva) y Talavera de la Reina (Toledo).
Los estafadores creaban perfiles falsos en redes sociales simulando ser una empresa de venta de enseres, publicaban fotos de productos y un teléfono y las víctimas, al contactar, recibían respuesta por mensajería instantánea de alguien que aparentaba ser el dueño del negocio, logrando así que realizaran pagos por reservas o compras de los enseres.
Después de realizar el pago, de cantidades de entre 60 y 6.000 euros, las víctimas no recibían los productos comprados y descubrían que el comercio era falso. Los estafadores cortaban toda comunicación y bloqueaban a las víctimas en las aplicaciones de mensajería.
Tras las denuncias, se iniciaron varias líneas de investigación que permitieron identificar las cuentas bancarias usadas por los autores para recibir las transferencias de las víctimas y blanquear el dinero. La organización obtuvo un beneficio de 40.840 euros mediante estas prácticas en un periodo aproximado de 10 meses.
Canales y Velarde han advertido de la importancia de extremar la precaución ante la ciberdelincuencia y de avisar a las fuerzas de seguridad en cuando se sospeche de una actividad ilícita.
Para mañana miércoles, está prevista la celebración de una jornada de autoprotección ante ciberdelitos en la Universidad de Valladolid.
