En un momento en el que la continuidad del tren ‘convencional’ entre Segovia y Madrid está sobre el tapete, el Ayuntamiento de la capital aprobó ayer una “declaración institucional” —cuyo texto fue dado a conocer tras la Junta de Gobierno Local del pasado jueves— en la que se exige al Ministerio de Fomento el mantenimiento de la línea en las condiciones actuales y a la Junta de Castilla y León la defensa de los intereses de sus ciudadanos, de forma que realice las gestiones que estén a su alcance para la pervivencia del servicio.
No fue una “declaración institucional” apoyada de forma unánime por los 25 concejales de la corporación. En el transcurso del debate, agrio, aparecieron fisuras entre Gobierno y oposición. Cada cual interpreta a su manera los (escasos) datos facilitados por el Ministerio de Fomento en el recién nacido ‘Plan de Racionalización de los Servicios de Transporte Ferroviario’. El PP se agarra a que en el documento figura la línea ‘Cercedilla – Segovia’ como de ‘obligado servicio público’ (OSP), lo que conlleva financiación estatal para su mantenimiento. Pero desde el PSOE se subraya que en el Plan no aparece, de forma textual, la línea ‘Segovia – Madrid’, lo que acrecienta su temor a una supresión.
El pleno, eso sí, sirvió para constatar de nuevo un hecho, la distancia PSOE – PP . Si el alcalde, Pedro Arahuetes, y el portavoz popular, Jesús Postigo, tuvieran que viajar en tren a Madrid para defender allí el mantenimiento de la vieja línea —un objetivo por el que los dos juran y perjuran estar dispuestos a luchar—, está claro que irían en vagones diferentes y, a ser posible, distanciados.
Presentó Arahuetes la “declaración institucional” como un texto aséptico, aglutinador del sentir segoviano, pero Postigo no dio su apoyo incondicional al documento. En primer lugar, porque consideró “inadecuado” que el texto hubiera sido facilitado a los medios de comunicación el día anterior a su debate en el pleno. Y, en segundo lugar, al entender que los socialistas “están alarmando” al pronosticar que la centenaria línea ‘Segovia – Madrid’ se puede suprimir.
Desde las filas populares se quiso ver en la “declaración institucional” una estrategia del PSOE con tres fases, las de alarmar con una “situación inexistente”, pedir el mantenimiento de la línea y, finalmente, vender a la opinión pública que si el cierre no se efectuaba era por las gestiones del Ayuntamiento. “En ningún caso la línea ‘Segovia – Cercedilla’ se va a suprimir», aseguró Postigo, añadiendo a renglón seguido que si ese tramo, deficitario, no desaparece, mucho menos lo hará el de Cercedilla a Madrid. “La línea ‘Segovia – Madrid’ no corre ningún peligro; está asegurada los dos próximos años”, agregó el portavoz popular.
Arahuetes no comulga con la visión de Postigo. Se fía más del refrán popular “si el río suena, agua lleva”, y máxime teniendo en cuenta que, según reveló, hace varios meses tuvo conocimiento de un fax remitido por Renfe a sus oficinas de Segovia anunciando a los trabajadores la supresión de la línea ‘Segovia – Madrid’. “Su desconocimiento en este tema es muy preocupante”, soltó Arahuetes a Postigo, a modo de reproche.
El alcalde le recordó que, tras aprobar el Ayuntamiento en octubre una moción rechazando la supresión de la mencionada línea, “Renfe dio marcha atrás” en su propósito inicial, pero ahora recupera su intención. Arahuetes presentó como prueba de que la compañía pretende eliminar la línea ‘convencional’ Segovia – Madrid las continuas declaraciones de alcaldes del PP pidiendo el mantenimiento de la misma. “¿Usted cree —espetó Arahuetes— que esos alcaldes saldrían en defensa del servicio si no estuviera en peligro?”. Con el deseo de tranquilizar a la población, el alcalde reiteró que, desde el Ayuntamiento, “vamos a intentar que no se suprima la línea”. “No vamos a cejar en ese empeño”, añadió, para concluir con un ataque al Gobierno del PP: “Los que alarman no somos nosotros sino quienes recortan los servicios”.
A la hora de votar, el concejal de Izquierda Unida, Luis Peñalosa, se sumó a “declaración institucional”. No así los doce ediles del PP, que optaron por la abstención.
En el texto aprobado se sostiene que “poco o nada” contribuirá el planteamiento del Ministerio de Fomento de suprimir servicios de transporte ferroviario para solucionar uno de los principales problemas de la provincia, el de la despoblación. Además, se advierte que el cierre de la línea ‘convencional’ causaría daños “irreparables”. Con esas palabras viajará la “declaración institucional” hasta Fomento y a la Junta. Y de allí debería volver al Ayuntamiento una respuesta que aclarase la situación. Renfe, de forma oficial, no ha soltado prenda hasta la fecha.
El pleno del roscón del alcalde
Los concejales se llevaron una sorpresa al llegar al salón de plenos del Ayuntamiento de Segovia. En cada escaño había un trozo de roscón de Reyes. La corta duración de la sesión —apenas dos horas— no aguzó el hambre de los ediles, aunque hubo alguna excepción. El popular Eduardo Barrios no pudo evitar la tentación de tener el dulce a dos palmos de sus narices.
Tras el relajadísimo último pleno de 2012, en el primero de 2013 se recuperaron los habituales enfrentamientos dialécticos entre PSOE y PP. El popular Pablo Pérez se enzarzó con Lirio Martín a costa de la titulación de Relaciones Laborales. Azucena Suárez (PP) se enfrentó a Marisa Delgado (PSOE) por las convocatorias de comisiones informativas y plenos, y Pedro Arahuetes y Jesús Postigo mantuvieron su enésimo choque, pues al alcalde le irrita que el popular utilice el turno de ruegos y preguntas para intentar seguir debatiendo sobre temas que han sido tratados en el orden del día.
Acabado el pleno, los concejales se lanzaron a por su porción de roscón, y entonces Arahuetes descubrió, en voz alta, que él había pagado el dulce. “Ha salido de mi bolsillo, no de (los fondos de) Alcaldía”, aclaró. El premio del roscón estaba en el trozo del popular José Antonio Garvía. Y, como ya viene siendo una tradición, Valentín, el único segoviano que asiste puntualmente a todos los plenos del Ayuntamiento, dirigió unas palabras a la corporación, para desear un feliz 2013.
