La Gimnástica Segoviana tiene hoy una nueva oportunidad de acabar con la ansiedad de conseguir una primera victoria que se le resiste desde el comienzo de la temporada. El Almazán ha de ejercer de psicólogo para un conjunto azulgrana obsesionado con ganar para acabar con este inesperado mal inicio de campaña.
La buena noticia para el equipo gimnástico es que no hay más lesionados que los que ya lo estaban en la pasada jornada. Ricardo y Mariano van entrando poco a poco en los entrenamientos tras mejorarse de sus respectivas dolencias, mientras que a Fran aún le queda una semana más de recuperación de su esguince de tobillo de grado dos.
Además, Ramsés y Anel han conseguido llegar a tiempo, y formarán parte de la convocatoria de Paco Maroto, que ha llamado a 17 jugadores para hacer el último descarte poco antes de iniciarse el partido. Juli también ha entrando en la lista de convocados, tras superar el esguince de tobillo que se produjo en uno de los últimos entrenamientos tras un choque con Manu. No parece probable que ninguno de los tres llegue a la titularidad para el choque de hoy, tanto por su estado físico como por el hecho de que el once que logró empatar en el campo del Huracán rindió a plena satisfacción del técnico, por lo que no se prevén cambios sustanciales en la alineación.
El Almazán, que suma dos empates (ante Los Gatos de Íscar y Cebrereña) en los dos encuentros que ha jugado lejos de su campo, es un equipo diseñado para no pasar apuros clasificatorios. Tiene como máximo goleador al segoviano Quintana, curiosamente uno de los nombres que se barajaron para integrar las filas de la Segoviana durante el período estival tras su positivo paso por el Atlético Tordesillas.
Si nos atenemos a la historia, la victoria debería quedarse en casa. Pero el Almazán ya dio el año pasado la campanada venciendo por 2-3 tras marcar dos goles en los cinco últimos minutos de un partido que certificó la ausencia del conjunto azulgrana en la fase de ascenso a Segunda B, así que la estadística en este caso está para mirarla de lejos.
La Segoviana no ha tenido suerte a la hora de decidir la hora de este partido. En principio pensaba en las doce de la mañana, con el fin de presentar a sus categorías inferiores, pero la coincidencia con el partido de fútbol sala entre el Caja Segovia y el Playas “obligó” al club a resituar el horario del choque a las seis de la tarde, coincidiendo con la bajada de la Virgen de La Fuencisla de la Catedral hasta su santuario. Entre eso, y que el equipo no está para tirar cohetes, no será fácil que las gradas de La Albuera se vean demasiado pobladas de aficionados.
Pedir buen juego con la crisis deportiva en la que está sumida la Segoviana este año podría sonar a demasiado exigente. La clave pasa por ganar para terminar con la ansiedad y comenzar a devolver al equipo a su sitio natural en la Tercera, que es la zona alta de la tabla, por más que últimamente esas posiciones cabeceras están quedando demasiado lejanas.
