Representantes de más de una quincena de organizaciones o asociaciones del ámbito sociosanitario, además de algunos voluntarios a título particular, participaron en un encuentro organizado desde la Concejalía de Participación Ciudadana para poner ideas en común y avanzar en la elaboración de un plan municipal del voluntariado, que el concejal Andrés Torquemada quiere elevar al pleno de la corporación antes del verano.
El edil explicó que le gustaría tener un borrador la próxima primavera para trabajar sobre él con los grupos políticos con representación en el Ayuntamiento pero ya hay entidades sociales que están trabajando en el documento, conjuntamente con los responsables municipales, desde el pasado diciembre, cuando se celebró el primer debate Segovia Viva. En base a las ideas y propuestas que salieron de esa experiencia se ha trabajado en un estudio, un análisis profundo de la realidad actual, para identificar obstáculos y el conocimiento de capacidades, a través de dinámicas DAFO —dificultades, amenazas, fortalezas y oportunidades—.
En la reunión de ayer se presentó inicialmente ese estudio, del que Torquemada destacó fortalezas como que Segovia, al ser una ciudad pequeña, facilita el voluntariado, que las universidades con implantación en la ciudad ya empiezan a fomentarlo, que pueden aprovecharse locales para grupos de trabajo, que las nuevas caras de voluntarios pueden provocar cambios positivos y dinamismo en este sentido y que hay un colectivo destacado de jubilados que puede aportar su tiempo. A esto se suman fortalezas como la existencia de un tejido asociativo amplio y diverso, diversidad cultural, una plataforma del voluntariado ya constituida, relaciones e intercambio de experiencias entre entidades que trabajan con voluntarios y que las personas que llevan tiempo dedicando su tiempo al voluntariado pueden actuar como canal de transmisión.
Sin embargo, también se han identificado amenazas como que hay pocos voluntarios jóvenes, el coste que puede suponer para algunas entidades soportar voluntariado (seguros, etc.), la falta de información, el individualismo, prejuicios, miedos e incluso en ocasiones la idea de que se explota a los voluntarios si no se regula convenientemente y la complejidad de tareas que se les encomienda, que puede afectar a su estabilidad. Asimismo, se han puesto de manifiesto debilidades como son el escaso seguimiento del voluntariado y su labor, que ésta dura poco tiempo, falta de comunicación respecto a la acción concreta que realizan y de conocimiento de las entidades que trabajan con voluntarios, falta de medios tanto técnicos como económicos y de un diseño o una planificación estratégica, entre otras.
Torquemada, que insiste en aspectos como compromiso y formación a la hora de abordar el voluntariado, señaló también medidas barajadas para motivar sobre esta actividad: compartir el tiempo libre, fidelizarlo escuchando y con estímulos (voluntario del año, certificaciones, formación, compañerismo, etc.), y aportar creatividad en las campañas, por ejemplo.
A la reunión de ayer asistieron representantes de Cruz Roja, Cáritas y Asociación Española Contra el Cáncer, en las que el voluntariado ha sido tradicionalmente muy importante, así como el Banco de Alimentos, Hermanos de la Cruz Blanca, Manos Unidas, Fundación Personas (Apadefim), Fribromialgia Segovia, Aspace, Coordinadora de Personas con Diversidad Funcional de Castilla y León, Liga de la Leche, Lampyca, Amref, San Vicente de Paul, Unicef y Fundación Ayuda Social de las Hijas de Jesús. Algunas en representación también de la Plataforma del Voluntariado Social de Segovia. Todos ellos fueron invitados a hacer aportaciones para incorporar al plan.
Torquemada aseguró que el objetivo es” impulsar una estrategia común de intervención” con colectivos y asociaciones para hacer de Segovia “una ciudad participativa, de convivencia, facilitando procesos de voluntariado”. En definitiva, “tejer redes y crear una herramienta, un instrumento, que permita avanzar en la acción voluntaria”.