La cúpula del Gobierno venezolano cierra filas a seis días de la ceremonia de la jura del cargo prevista por el presidente, Hugo Chávez, que sufre de una «severa infección pulmonar», 24 días después de su cuarta operación de cáncer en La Habana. «Tiene problemas respiratorios, debidos a una severa infección pulmonar», declaró ayer el ministro de Comunicación, Ernesto Villegas.
«El comandante se enfrenta a complicaciones», confirmó Villegas, en el último parte médico sobre el estado de salud del dirigente. «Esta infección requiere un estricto cumplimiento del tratamiento médico», agregó, sin dar más detalles.
Por otra parte, el ministro salió al paso de las críticas de la oposición y de las informaciones que, incluso, certificaron el fallecimiento del líder venezolano. En la misma línea que otros miembros del Ejecutivo, Villegas condenó la «guerra psicológica» sobre la salud del mandatario, que tiene como «fin último» desestabilizar al Gabinete y «acabar con la revolución bolivariana».
A colación de las informaciones sobre supuestas divisiones en el seno del Gobierno, Villegas ensalzó la «férrea unidad» en torno a Chávez.
Tras regresar de la capital cubana, el vicepresidente, Nicolás Maduro, y el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, atacaron a los medios internacionales por una supuesta tentativa de desestabilización del país, y a la oposición por ser el origen de «todas las campañas de rumores malsanos».
Maduro y Cabello, que por sus funciones serían los llamados a reemplazar interinamente a Chávez en momentos diferentes, según la Constitución, para convocar las elecciones presidenciales en 30 días, se mostraron unidos y atacaron a los rotativos internacionales, que escribieron sobre una supuesta lucha de poder entre los dos. Sin embargo, a pesar de la gravedad del estado de salud del jefe bolivariano, ninguno de los dos chavistas se refirieron a qué es lo que ocurrirá el 10 de enero, cuando constitucionalmente termina el segundo mandato del presidente convaleciente y comienza su tercero, para el que fue reelecto el pasado 7 de octubre con 55 por ciento de los votos.
El estado de Chávez, según los especialistas sanitarios, es corriente y a menudo fatal para los enfermos de cáncer. «Hasta la mitad de los decesos de enfermos afectados por tumores sólidos es provocado directamente o indirectamente por este tipo de infecciones», según manifestó el doctor Thierry Berghmans, del hospital Instituto Jules Bordet de Bruselas. La Asamblea Nacional, con un 40 por ciento de diputados opositores, iniciará sus sesiones hoy y deberá elegir a su representante, quien en caso de que Chávez no pueda reasumir el poder debería ocupar la Presidencia interina para convocar nuevas elecciones.
Los analistas anticipan que será reelecto Cabello, de 49 años, un exteniente que participó en la intentona fallida de Chávez en 1992 y es el actual número dos del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV-oficialista). De no ser así, dijo el encuestador Luis Vicente León, de la agencia Datanálisis, quedaría en evidencia una división en el oficialismo.
Sin embargo, antes de partir a La Habana para operarse, Chávez estableció que en caso de que quedase inhabilitado, quien debe asumir es el vicepresidente y canciller Maduro, 50 años, a quien consagró también como el candidato del PSUV en caso de que haya comicios y, el propio Cabello aceptó esa decisión.
Nombrado por Chávez vicepresidente tras las pasadas elecciones, Maduro, un exsindicalista del Metro de Caracas, ocupó la presidencia de la Asamblea Nacional y desde 2006 desempeña como ministro de Relaciones Exteriores.
