Llegó la última jornada de la temporada regular en el Grupo VIII de la Tercera División, con dos equipos segovianos luchando por hacerse con la última plaza que da acceso al play off de ascenso a Segunda División B. Por eso, como se decía en la mítica película de Los Inmortales, entre la Gimnástica Segoviana y el Club Deportivo La Granja “solo puede quedar uno”, con permiso, eso sí, del Real Valladolid B, que también quiere apuntarse a la fiesta, y cuenta con posibilidades reales para ello.
Así, a falta solamente de este partido por disputarse, las cuentas son sencillas. La Segoviana (con 72 puntos) depende de sí misma para acabar cuarta, por lo que si gana tendría asegurada esta posición ante un CD La Granja (con 69 puntos) que necesita vencer y que no lo haga el Real Valladolid B (que suma 70 puntos) en los Anexos al José Zorrilla al Real Ávila.
Además de estos números, desde las seis de esta tarde en el campo de La Albuera, entrarán en juego el resto de factores que acompañan a un encuentro en el que tanto está en juego y que, no hay que olvidar, se trata del derbi entre los dos mejores conjuntos segovianos del grupo.
Con estos ingredientes, la semana se les ha hecho muy larga a las dos plantillas, deseosas de que llegara el domingo. Por el lado gimnástico, los únicos jugadores con molestias físicas son Asier Arranz, que se reincorporó a los entrenamientos, pero el jueves sufrió un pinchazo muscular; y Ramón Marín, que se ha mantenido entre algodones durante los últimos días, tras tener un problema en el isquiotibial el pasado domingo en Ávila. Su baja supondría un alivio para el equipo del Real Sitio, puesto que la banda derecha de la Segoviana se ha mostrado como la más efectiva durante toda la temporada.
En cuanto al Club Deportivo La Granja, mantiene a los mismos jugadores de la última jornada, con la incorporación de Pluma, que no jugó frente al Cuéllar por decisión técnica, después del susto sufrido en el anterior encuentro, cuando tuvo que ser retirado del campo por culpa de un fuerte dolor muscular. Será toda una sorpresa si Retamero apuesta de nuevo por dejarle fuera del once titular.
Si, demostrado queda, un derbi no es un encuentro normal por todos los factores que arrastra consigo, un encuentro en el que se pone en juego un premio tan “goloso” como la clasificación para una fase de ascenso, tiene unas connotaciones aún mayores. La Gimnástica Segoviana, con jugadores curtidos en estas lides de partidos importantes, ha dado sobradas muestras a lo largo de su historia reciente de no desaprovechar las oportunidades cuando se le presentan. Pero no es menos cierto que la necesidad de ganar que tiene el equipo de Santi Sedano puede jugar en su contra.
El CD La Granja, al que le terminó pesando la presión de tener que ganar sí o sí a un Cuéllar Eufón que en el campo de El Hospital sólo hizo su trabajo de intentar jugar al fútbol con ganas y con intensidad, llegará al campo de La Albuera consciente de que sus opciones de clasificarse para el play off pasan por hacer un gran trabajo frente a la Segoviana, y espera a que un Ávila de capa caída logre el milagro de puntuar en el campo del Valladolid B. Evidentemente, y teniendo en cuenta las condiciones económicas en las que se mueven los clubes segovianos, hablar de primas a terceros por ganar resulta hasta grotesco.
Pero el conjunto de Manuel Retamero no es de los que se rinden a las primeras de cambio, y con toda seguridad tratará de apurar sus opciones de clasificación, saliendo a ganar a un oponente al que nunca ha derrotado en La Albuera. Claro que el CD La Granja nunca había ganado a la Segoviana en partido de liga hasta que, en el mes de diciembre, lo consiguió, demostrando que las estadísticas están para romperse.
Así pues, en el campo de La Albuera, se darán cita dos equipos que, salvo milagro abulense en Pucela, renunciarán por completo al empate, obligados a ganar si quieren cumplir con sus sueños deportivos. Y detrás, esperando un reparto de puntos, o una victoria granjeña, el Real Valladolid B suspira porque en el derbi entre conjuntos segovianos pesen más las ganas de fastidiar al vecino que las de poder favorecerle en un momento dado. Que de estos duelos cainitas están hechas muchas de las historias del fútbol.
