Siete días después del disgusto que supuso ver reducida casi a la mínima expresión la ventaja con respecto al Burgos y al Villaralbo, la Gimnástica Segoviana afrontará hoy un complicado desplazamiento al campo de El Mancho, donde le espera una Cebrereña que necesita urgentemente puntuar para separarse un poco más de unas plazas de descenso que empiezan a acecharle peligrosamente.
Es precisamente por este motivo por el que el cuadro abulense es peligroso, y más en su terreno de juego, donde ha sumado 22 de los 29 puntos que tiene en la clasificación. Al equipo que entrena Luis Ortega no le hacen falta los “suplementos extra” en forma de primas por ganar (se especula que Los Gatos de Íscar tenían un buen regalo económico por derrotar a la Segoviana), porque bastante motivación tienen ya con salvar la categoría.
La Segoviana afronta este encuentro con muchísimo respeto, por varias razones. En primer lugar porque la forma de juego que tiene el conjunto de Cebreros en su campo, con mucho juego en largo aprovechando las especiales medidas del terreno de juego, no le favorecen en casi nada, y en segundo término por las significativas bajas de Pablo Morales y de Mariano, el primero porque es un valladar en el juego por alto, y el segundo porque sabe desenvolverse muy bien en las segundas jugadas que se generan tras los envíos en largo.
Además, hay un tercer factor del que la Segoviana no quiere hablar demasiado, pero sí está muy pendiente, como es la labor arbitral. En la pasada jornada Mariano fue expulsado tras ver dos tarjetas sin haber dado una sola patada, y aunque no se quieren ver “fantasmas” sí es cierto que con lo que hay en juego, y sobre todo con quién se lo está jugando el equipo azulgrana, la actuación del colegiado va a ser mirada con lupa. Que nadie quiere que le den, pero tampoco que le quiten.
Durante la semana de entrenamientos, Maroto no ha enseñado todas sus cartas con respecto al once inicial, aunque la lógica señala que Anel ocupará el sitio de Pablo Morales en el centro de la zaga, con Ricardo haciendo de “escoba” en el centro del campo, más una línea de cuatro jugadores por detrás de un Dani al que le tocará “pegarse” con los centrales abulenses.
A estas alturas de la temporada, un segundo empate consecutivo de la Segoviana serviría de muy poco. La victoria es lo único que asegura el liderato, y seguramente todos los equipos que están por detrás de la Segoviana se cambiarían por el conjunto azulgrana sin pensarlo. Así que hay que ganar. El resto son excusas.