El ambiente que se respira en cada inauguración de Titirimundi es especial. La expectación, la ilusión, la alegría… los sentimientos se mezclan a la hora de la verdad. Porque cuando se levanta el telón y comienza a girar el carrusel, la vorágine envuelve a todos aquellos que llevan meses trabajando para que segovianos y visitantes disfruten de la magia que los títeres traen consigo cada mes de mayo a la ciudad de Segovia.
Aunque la de esta tarde era una inauguración especial. Julio Michel estaba en el recuerdo de todos, era inevitable. El Festival Internacional de Títeres es su creación y siempre lo será. Pero “Titirimundi sigue”, como reconoció su nueva directora, Mariam Palma, a quien tocó este año levantar el telón. “Ha sido un año muy duro sin Julio Michel, un año de dificultades para mantener su proyecto”, reconoció, pero con el apoyo de todo el equipo se inauguró una nueva edición, la trigésimo segunda.
Una edición en la que Michel figura de nuevo como director artístico, “porque dejó la programación de este año muy avanzada y porque hemos programado siguiendo su estela”, afirmó.
Una estela que brilló esta tarde por encima del Teatro Juan Bravo y que iluminó a los pregoneros de este año, la Troupé de la Merced. Cuco y Luisa Pérez y Gaspar Payá llenaron de risas el patio de butacas al aparecer ataviados como cabezudos para interpretar, con una sátira que solo saben hacer ellos, un sistema capitalista en el que todo está al alza, menos los salarios.
Palabras de amor y recuerdo tras la música para Julio Michel, en la voz de Cuco Pérez, quien recordó que “en 1985 plantó una semilla a la que llamó Titirimundi, y la regó para que el árbol creciera recto y alto”, superando incluso a los leñadores y los terratenientes que querían cortarlo, para llegar a convertirse en “un ejemplar grandioso, de cuyas ramas se cuelgan titiriteros, músicos, artistas… Un árbol que en vez de frutos da historias y música”.
Y de nuevo Luisa Pérez conquistó el teatro apareciendo en escena con un gran tocado en forma de corazón con una imagen de Julio Michel y los tres interpretaron una gran canción, al son de Lolita Sevilla y la banda sonora de ‘Bienvenido Mister Marshall’, con la que homenajearon al Festival y a todo el equipo humano que lo hace posible; así como a los personajes míticos que no se pierden ninguna edición, como Mr Barti y el Circo de las Pulgas.
No se olvidaron de agradecer a las instituciones su colaboración y de reprochar a los hosteleros que no lo hagan en mayor medida. Y, sobre todo, recordaron que “algunos se nos fueron el año pasado; seguro que han montado un Festival en el otro barrio”.
Emocionada tras el bonito homenaje, la viuda de Julio Michel, Paloma Toro, agradeció a las instituciones que hayan seguido con el proyecto, “por estar con nosotros y ponernoslo fácil”; también “a todos los compañeros de todo el mundo, que nos han sostenido con su cariño”; y, sobre todo, “a todo el equipo de Titirimundi, porque este año ha sido muy difícil para todos”, aseguró, pero “han encontrado la fuerza y la ilusión para salir adelante”. Su agradecimiento más sincero fue para la nueva directora, Mariam Palma, “por dar un paso al frente y coger el testigo de Julio Michel”.
La inauguración de la XXXII edición del Festival terminó con el estreno en castellano de ‘Fábulas’, obra de la compañía francesa Tàbala Rassa, que lleva girando por el país luso desde 2009 con un ensordecedor éxito bajo la dirección de Olivier Benoit, quien también la protagoniza.

