Los títeres, que en estos días toman todas las calles y plazas de Segovia, escondiéndose en los rincones más inesperados, llegaron ayer también a la sede de EL ADELANTADO, en la céntrica calle Morillo de la capital. Con motivo del 110 aniversario del periódico, decano de la prensa segoviana, que se cumplen el mes que viene, el titiritero danés Álex Jorgensen ofreció ayer una sesión especial en la hemeroteca del diario.
Hasta una veintena de niños de distintas edades, en muchos casos acompañados de sus padres, que tampoco quisieron perderse la actuación, siguieron con atención, entre aplausos y risas, las evoluciones musicales de Mr. Barti, una marioneta de hilos, creada a imagen de su manipulador, que demostró su talento con varios instrumentos, como el piano o la guitarra.
En un espectáculo lleno de guiños a los pequeños espectadores, y también a los fotógrafos que le tomaban imágenes, ya que Barti sabe posar a la perfección, este peculiar músico interpretó algunas piezas al piano y también algo de flamenco a la guitarra, haciendo gala de una voz nada desdeñable.
Eso sí, tanto los niños como el propio Álex tuvieron que esforzarse en ayudar a Barti a vencer su natural pereza, convenciéndole para que tocase e incluso para que abandonase su piano, donde duerme habitualmente. Y es que el músico necesita sentirse arropado por su audiencia y por su manipulador para animarse a actuar.
Siempre cambiante, ya que Álex Jorgensen suele introducir constantes modificaciones en su muñeco, Barti destaca por su humanidad de tela; de repente nos mira, gesticula, muestra sus dientes, mueve sus dedos… y, su carácter, sus emociones, sus cambios de humor se reflejan con toda naturalidad en su rostro de trapo.