Encontrar en una encuesta hasta medio centenar de formas distintas de escribir el nombre de la organización terrorista islámica Al Qaeda, o respuestas que consideran a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) una amenaza para Europa son sólo dos ejemplos del preocupante nivel de desconocimiento de los universitarios españoles y de los alumnos de las academias militares acerca del fenómeno terrorista, sus causas y sus consecuencias. Ambos ejemplos forman parte del estudio realizado por un grupo de trabajo interdisciplinar formado por profesores universitarios y militares que ha evaluado el conocimiento y la actitud de los universitarios españoles y de los futuros oficiales del Ejército que se forman en las academias militares acerca del terrorismo. En este estudio ha participado el director del Departamento de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Academia de Artillería de Segovia, Pedro Álvarez Nieto, que ha colaborado en el recuento y análisis de las cerca de 2.000 encuestas que se han realizado para llevar a cabo este estudio.
Los alumnos de las universidades de Sevilla, Huelva, Granada, la Pontificia de Salamanca e IE Universidad, y de las cuatro academias militares de las Fuerzas Armadas respondieron de forma anónima a un cuestionario de 22 preguntas en las que se evaluaba el grado de conocimiento del terrorismo y sus causas en el ámbito universitario. Álvarez Nieto manifestó que los datos recabados en la encuesta supusieron una desagradable sorpresa al comprobar que más de la mitad de los estudiantes civiles encuestados no sabía nombrar ningún grupo terrorista, o aludía a los que históricamente han ocupado los titulares de los medios de comunicación como ETA, GRAPO o la banda terrorista irlandesa IRA.
Entre los alumnos militares, el conocimiento del terrorismo es mínimamente superior al de sus compañeros civiles, vinculado siempre a las misiones de paz que las Fuerzas Armadas españolas realizan en el extranjero; con la salvedad de que para los alumnos de las academias los atentados y ataques registrados en países como Afganistán no son considerados como hechos terroristas.
En cuanto a las causas del terrorismo, los encuestados sitúan los motivos políticos por encima de los nacionalismos y el integrismo religioso en Europa, aunque el análisis global sitúa precisamente el hecho religioso como causa más común, según los datos de la encuesta. En este sentido, el teniente coronel Álvarez Nieto señala que la percepción general de los universitarios sobre el terrorismo es de un hecho «muy alejado» de la realidad cotidiana, y las acciones terroristas “son las que suceden en otros países”.
“Hemos notado que muchos alumnos viven en una burbuja y no son conscientes de la realidad -explica el profesor y militar- y el riesgo de este desconocimiento es olvidar que el terrorismo es un fenómeno que tenemos a la vuelta de la esquina y que su área de influencia no tiene fronteras ni límites”.
El estudio, elaborado por José Manuel Rodriguez Gonzalez, profesor titular de la Facultad de Psicología de la Universidad de Sevilla; Pablo Rey Garcia, profesor encargado de Cátedra de la Facultad de Comunicación de la Universidad Pontificia de Salamanca; Maria del Pilar Ceballos Becerril; profesora de la Facultad de Psicología de la Universidad de Sevilla y el teniente coronel Álvarez Nieto, ha sido ya presentado en foros de investigación universitaria y en el Instituto de Estudios Estratégicos.
En sus conclusiones, los expertos invitan al sistema educativo a incorporar en sus currícula académicos sistemas de formación transversales que incluyan la posibilidad de marcar contenidos referidos al terrorismo, de manera que esta laguna detectada pueda ser subsanada en beneficio de un mejor conocimiento de esta realidad.
Álvarez Nieto asegura que el desconocimiento de este problema “no lo oculta, sino que pone de manifiesto una debilidad que puede ser tristemente aprovechada para dañar la estructura social y tratar de justificar determinadas acciones”.
