La semana pasada se ultimaban los detalles para dar por finalizadas las obras de la Calle Puerto Rico. Las inexistentes aceras en los laterales de la vía se han sustituído por unas de metro y medio de ancho, que posibilitan a los transeúntes caminar sin el obstáculo que antes les suponía. La falta total de espacio para los peatones se veía además agravada por el mal estado de lo que quedaba de acera, deteriorado por el paso de los años y con desprendimientos de material.
Además de la reconstrucción de estas, se ha procedido a pintar de nuevo los pasos de cebra situados al principio y final de la calle, borrados y prácticamente invisibles; también se han realizado labores de saneamiento y renovación de la energía eléctrica.
Las obras, que comenzaron el 20 de enero y terminaron la semana pasada, han sido realizadas con recursos propios del Ayuntamiento de la villa, así como con parte del personal del mismo destinado para esas tareas. La reconstrucción, saneamiento y renovación han supuesto un desembolso de unos 25.000 euros.
Se trata de una calle que conduce a una zona de paseo, que a su vez deriva en un parque, por lo que cada día sus vecinos se veían afectados por la falta de zonas seguras para su tránsito. El barrio está habitado por muchos niños y ancianos que demandaban una mejora.Desde el Ayuntamiento se vienen realizando durante los últimos años múltiples trabajos de acondicionamiento de calles y aceras para seguridad y disfrute de sus vecinos.
