Solo cinco toros de la ganadería Fuente Ymbro participaron en Cuéllar, ya que el sexto se rompió un cuerno días antes.
En Cuéllar, el tercer encierro resultó complicado y peligroso con cinco bravos de Fuente Ymbro, ganadería que debutaba en la villa. El sexto toro no participó en el encierro, al romperse uno de los cuernos hace unos días cuando le quitaron las fundas. La suelta de los corrales del Cega transcurrió con normalidad, pero enseguida comenzaron los problemas.
“Ha sido complicado conducir la manada, al salir tres toros por delante y luego otro más en el paso de Máquinas”, resumió el alcalde de Cuéllar, Carlos Fraile. Con una labor muy buena y un esfuerzo importante por parte de los directores, Pedro Caminero y José María Mayoral, y la veintena de caballistas encargados de estas tareas, se logró agrupar la manada antes del paso por el túnel de la autovía. Ya agrupada, se realizó una parada muy prolongada y otra en el descansadero.
Un encierro complicado en Cuéllar
Buena bajada por la colina para acceder al Embudo, la transición entre el traslado por el campo y el encierro urbano. En el tramo urbano, en los primeros tramos del recorrido, se pudieron ver y disfrutar buenas carreras. La manada acabó muy disgregada y perdiendo fuerza en la zona de los Paseos de San Francisco, accediendo primero al coso tres ejemplares con los cabestros.
El cuarto astado entró en solitario en la plaza, momento en el que se produjo una cogida. Minutos después de la evacuación del herido, entró en la plaza el quinto y último astado de Fuente Ymbro. El alcalde de Cuéllar señaló que fue un encierro complicado por la casta y raza de los ejemplares de esta ganadería que, al igual que ocurrió en la jornada de ayer, obligaron a corredores y pastores a emplearse a fondo hasta poder cerrar las puertas del coso arrellano.
