Con casi treinta años de experiencia a sus espaldas trabajando en los servicios sociales, María Teresa Fuentetaja afronta un nuevo reto en este ámbito en esta ocasión de la mano de Cruz Roja, ocupando desde el pasado 6 de agosto la presidencia provincial de esta oenegé, que en la provincia cuenta con más de 7.000 socios y cerca de 800 voluntarios con los que se atienden las necesidades de una provincia castigada por la despoblación y el envejecimiento en el medio rural.
Su trabajo en la Diputación Provincial y en la Subdelegación del Gobierno como responsable de la unidad de Violencia de Género son aval suficiente para pensar en una gestión correcta de la organización, pero Fuentetaja asegura no conformarse con cumplir con sus obligaciones como presidenta e ir mucho más allá de estas tareas. Por ello, en estas primeras semanas de trabajo –y aunque ya pertenecía al equipo directivo como vicepresidenta, nombrada por el anterior delegado de Cruz Roja Jose Ignacio de Luis- se ha embarcado en profundizar en el conocimiento de la estructura y los servicios que se prestan en Segovia, así como de los profesionales que los atienden y gestionan.
“Soy consciente de que llego en un momento donde no hay margen de error, porque la crisis sanitaria pone un punto de dificultad al trabajo, que hubiera sido más llevadero sin la pandemia”, explica la nueva presidenta, “pero me ha sorprendido la capacidad de respuesta de la organización y la atención que en este tiempo se ha prestado a tantas necesidades, por lo que puedo decir que estamos preparados para lo que venga”.
En una provincia con 208 municipios y una curva demográfica que evidencia el progresivo envejecimiento de la población, el medio rural se convierte en una prioridad para la atención social , y Cruz Roja no se sustraerá de esta tarea tal y como asegura su nueva presidenta.
“He nacido en un pueblo, vivo en un pueblo y he trabajado 17 años en pueblos “, asegura Fuentetaja, que señala la soledad, la falta de recursos sanitarios y sociales y la dispersión geográfica son algunos de los principales problemas que sufre el medio rural; pero precisa que Cruz Roja “ha hecho, está haciendo y hará muchas cosas” para poner remedio a esta situación.
Como ejemplo, la presidenta de Cruz Roja pone el acento en el ‘Plan Responde’ que la organización ha llevado a cabo durante la pandemia, y en el que “hemos hecho llegar a muchas personas compañía, servicios, y apoyo en cualquier detalle, desde hábitos saludables de alimentación , suministro de medicamentos, a compañía y apoyo, y estamos pendientes para detectar si pueden tener otro tipo de problemas y de necesidades que no pueden o no saben demandar porque no son conscientes de ello”.
Así, una de las prioridades de su gestión será el fortalecimiento de las siete asambleas locales repartidas por la provincia, con el objetivo de potenciar sus recursos y reorganizar sus servicios. “Hay que hacer más visible Cruz Roja en el medio rural –señala Fuentetaja- porque tenemos voluntariado y personal técnico con el que poder trabajar para reconducir su trabajo, y ya estamos trabajando en ello, con reuniones ya en cuatro asambleas locales”.
La crisis sanitaria del Covid-19 ha sacudido las estructuras de Cruz Roja en Segovia, y ha obligado a redimensionar servicios y recursos para dar cabida al incremento de la demanda asistencial durante este tiempo. En este sentido, María Teresa Fuentetaja señala que la organización está preparada para afrontar “lo que venga”, aunque reconoce que el perfil del usuario y demandante de los servicios ha cambiado y obligará a cambiar también el modelo de atención.
“Hemos pasado de atender a personas y familias en situación de extrema necesidad a otras con pobreza sobrevenida por efecto de la crisis que necesitan apoyo social, económico y educativo”, explica la presidenta, que expresa su preocupación por la “brecha digital” en materia educativa que desequilibra la balanza entre los que tienen recursos tecnológicos para seguir la enseñanza no presencial en el caso de que las clases no puedan impartirse en las aulas, y quienes carecen de ellos.
“Vamos a poner en manos de quienes no puedan tener equipos o conectividad los medios necesarios para ello, y favorecer de esta manera el acceso a la educación en condiciones igualitarias para todos”, manifestó la presidenta.
