El presidente y consejero delegado de Telefónica I+D, Carlos Domingo, y el consejero de Economía y Empleo, Tomás Villanueva, recorrieron ayer el nuevo espacio de trabajo del Centro de Telefónica I+D del Parque Tecnológico de Boecillo (Valladolid), que acaba de ser reformado para convertirlo en una zona «más abierta y sin barreras» que fomente «la innovación y colaboración entre los empleados», según Domingo.
Ambos coincidieron en la importancia de estas instalaciones para la innovación en Castilla y León, especialmente en el sector de las tecnologías de la información y la comunicación. Al respecto, Domingo recordó que el centro se inauguró hace 14 años y que «desde siempre ha sido un polo de ‘tracción’ para la región» (ha llegado a contar con más de 500 trabajadores entre personal propio y empresas colaboradoras, y en la actualidad trabajan unas 300 personas, la mayoría ingenieros) y que «a día de hoy supone más de un 10 por ciento de la I+D empresarial de Castilla y León», frente al 7 por ciento a nivel nacional, con un presupuesto anual de 30 millones.
Por su parte, Villanueva resaltó que esta empresa tiene «impactos muy positivos en la región» y en el propio parque tecnológico vallisoletano, ya que su colaboración con otras compañías ha llevado a la instalación de otras empresas. También incidió en la formación ofrecida y en la creación de «muchos puestos de trabajo muy cualificados», así como lo que ha supuesto en el desarrollo de productos y servicios innovadores en el mercado internacional.
El consejero de Economía también aludió a la importancia que tiene para la Comunidad «la colaboración que Telefónica I+D ha tenido y está teniendo con las universidades» regionales. Por todo ello, aseguró que para la Junta este centro «siempre fue un proyecto singular, tractor, que ha impulsado la innovación regional en este sector de las tecnologías de la información y la comunicación».
De cara al futuro, confió en que la reforma de las instalaciones abra una nueva etapa en proyectos y servicios que Telefónica está creando, «muy basados en la colaboración, que posibilite más la innovación, y en el entendimiento», y que le dé «un nuevo impulso» a las instalaciones de Boecillo.
En la misma línea, Domingo destacó que, de las 85 patentes que Telefónica I+D generó el pasado año, 17 fueron desarrolladas por empleados del centro, con una media «mucho más alta» que la de la empresa, lo que «demuestra que el empleado de aquí está más enfocado a la investigación y menos a operaciones y desarrollo».
Al respecto, señaló que los ingenieros de Boecillo han colaborado en «muchos de los proyectos más importantes» de la compañías, como el desarrollo del sistema operativo Firefox OS en colaboración con la Fundación Mozilla, que «es muy singular y al que Telefónica le está dando mucha importancia» porque tiene «repercusión mundial». Los primeros terminales llegarán a España a mediados de este año y el sistema se lanzará al mismo tiempo en Brasil, Colombia y Venezuela.
Otro gran proyecto en el que colaboran los trabajadores vallisoletanos es TUGo, una aplicación que aprovecha la experiencia en la ‘nube’ para ofrecer comunicaciones multidispositivo (tableta, smartphone, PC, etc.).
El presidente y consejero delegado de Telefónica I+D comentó que la reforma de las instalaciones busca su adaptación a la actividad innovadora que la empresa desarrolla en la región. «Hemos quitado oficinas y eliminado barreras entre los espacios para que haya más luz y para crear un espacio más abierto, con colores más cálidos y que refleje un poco la filosofía de innovación abierta en la que está trabajando a día de hoy Telefónica I+D y en particular el centro de Boecillo», explicó.
Así, se han creado espacios que buscan favorecer la reflexión personal y colectiva; se han abierto las dos salas de reuniones al transformar sus paredes en cristaleras y se han diseñado pequeños espacios de reunión de sillones altos. Además, los trabajadores cuentan con una nueva zona de trabajo, que incluye nueva tecnología para una rápida y sencilla interacción con archivos digitales entre las personas reunidas, y una ‘sala de relax’, donde celebrar reuniones informales o hacer una pausa con juegos como futbolín o consola.
