Definitivamente, la semana de tapas “Decuchara” ha entrado en la agenda anual de Segovia como una cita (gastronómica) imprescindible. La cuarta edición arrancó ayer, en un día gris y con chirimiri, emulando así la atmósfera habitual en San Sebastián, la ciudad que ha elevado los pintxos a los altares. Hasta mediodía, el frío no favoreció las ventas de estas ‘tapas de invierno’, aunque ninguno de los hosteleros consultados a primera hora de la mañana por esta Redacción dudó que la iniciativa, impulsada por el área comercial “Decalles”, acabe cosechando un éxito rotundo.
Las buenas previsiones han animado a nuevos restaurantes a sumarse a la iniciativa. Es el caso de Maracaibo, que presenta una tapa tan deliciosa como largo es su nombre (Crema de puerros con careta de cerdo ibérico de Guijuelo, monda de patata crujiente y aceite de piña de Tierra de Pinares). “De momento, despachamos tapas con tranquilidad, aunque esta tarde se animará”, decía José María Gil, encargado del establecimiento. De idéntica opinión era Raúl Matarranz, uno de los responsables de “La Oficina”, que se felicitaba por la “sana competencia” entre los 33 participantes por presentar la tapa más exquisita y que reciba el mayor apoyo popular. Los hosteleros estaban, pues, deseosos de abrir al público las puertas de sus establecimientos, convencidos como están de que si la tapa que han elaborado triunfa pueden adquirir nueva clientela. Mario Hernanz, de “La Tasquina” es de los que piensa de esta manera. Almudena Herrero, de “La Taurina” no tenía inconveniente en reconocer que la semana de tapas de invierno aumenta las ventas, “aunque en menor medida que en el de verano”.
En la clientela dominan los segovianos. Habitualmente, se alterna en compañía de familiares o amigos. José Luis de la Asunción, por ejemplo, se encargó hace días de convocar a sus familiares más próximos para tirarse el día de ayer chateando y tomando tapas por la Plaza Mayor. Se lo estaban pasando de lo lindo. Beatriz Mateos sacó a su marido de casa para hacer un recorrido gastronómico que a ambos pareció “estupendo”, aunque con un reparo, el de que los horarios para despachar las tapas no eran los mismos en todos los establecimientos. La panda de Toñi Arranz hacía una escala tras otra en los soportales de la Plaza Mayor para comprobar cuál es la tapa más. Y, entre tanto comensal, destacaba Ángel Herrero Gómez, un segoviano ‘devoto’ de esta semana de tapas. Tanto, que incluso pide en el trabajo salir esta semana una hora antes para degustar todas y cada una de las 32 tapas ofertadas, para gloria de los cinco sentidos.