Reunir en una misma exposición la obra de dos autores, con enormes parecidos y, al mismo tiempo, con grandes diferencias, con el propósito de que el espectador pueda, por sí mismo, establecer comparaciones. Es la sugerencia del Museo de Arte Contemporáneo Esteban Vicente con la exposición ‘El Camino del Color’, que reunirá obras Esteban Vicente (Turégano, 1903-Long Island, 2001), uno de los máximos exponentes del expresionismo abstracto americano, y de Albert Ráfols-Casamada (Barcelona, 1923-2009), una de las figuras principales de la abstracción lírica española.
La muestra, bajo el título «El Camino del Color. Ráfols-Casamada y Esteban Vicente«, que exhibirá 29 piezas, 10 del artista catalán y 19 del pintor de origen segoviano, tiene como comisario al escritor y crítico de arte José María Parreño. La muestra se inaugurará el próximo jueves, 16 de junio, y permanecerá en el Museo durante cuatro meses, hasta el 16 de octubre.
Para esta exposición, que ocupará las dos primeras salas del Museo, se han seleccionado una decena de obras de Ràfols-Casamada, procedentes de las colecciones del Museo Nacional de Arte Reina Sofía (Madrid), de la Fundació Fran Daurel (Barcelona), de la galería Joan Prats así como de algunas colecciones particulares de Segovia, que abarcan desde los años de 1960 a 2003. Se enfrentan a otras tantas obras de Esteban Vicente (y al conjunto de la colección del Museo que se exhibe en las salas 3, 4 y 5), «de modo que el espectador pueda por sí mismo establecer comparaciones», afirma Parreño. «Se trata así de verificar cómo las inquietudes, recursos y soluciones pueden asemejarse en pintores tan distintos. Así podremos quizás entender mejor en qué consiste la pintura», añade el comisario de la muestra.
La razón por el Museo reúne la obra de ambos artistas no es estrictamente su semejanza formal, según explica el crítico de arte.
Según explica, los de Ràfols-Casamada no son los únicos cuadros que se parecen a los de Vicente, ni los que más se les parecen. La coincidencia se da «en un plano más general y al mismo tiempo más profundo», añade.
En opinión del comisario de ‘El camino del color’, ambos artistas se han entregado al oficio artístico con una dedicación total, sólo compartida con la enseñanza; y también los dos llegaron tardíamente a la madurez de un lenguaje propio. También ambos, de acuerdo con Parreño, acusan la influencia decisiva de Matisse y de la abstracción expresionista norteamericana. Otra de las coincidencias entre Esteban Vicente y Albert Ráfols-Casamada reside en que los dos, siendo fundamentalmente pintores, se han interesado por el collage y ocasionalmente por la escultura de pequeño formato.
Tanto uno como otro, al menos al principio, abordan la abstracción como una mera derivación y simplificación de la realidad, valoran el color como elemento constitutivo de la composición y practican una abstracción organizada sobre signos y estructuras geométricas, «con una paleta alegre y contrastada, de la que resultan cuadros de inesperado equilibrio y extrema elegancia», explica el comisario.
Con motivo de la exposición se editará un catálogo que, además de reproducir todas las obras presentes en la exposición, incluirá un texto del comisario de la muestra.