La escalada de violencia entre Israel y las organizaciones armadas palestinas en la Franja de Gaza incrementa su intensión a medida que pasan las horas, de hecho hay expertos que ya consideran que ambos territorios están viviendo su peor enfrentamiento en los últimos cuatro años.
Ayer, un día después de la ejecución selectiva del líder del brazo militar de Hamas por parte del Ejército hebreo, los ataques dejaron al menos 19 muertos y más de un centenar de heridos.
Un cohete palestino lanzado desde la Franja alcanzó un edificio de viviendas en la localidad israelí de Kiriat Malachi, causando tres fallecidos. En contraposición, los reiterados ataques aéreos hebreos contra objetivos vecinos en el marco de la ofensiva Pilar de Defensa dejaron 16 muertos y al menos 145 heridos, según fuentes del Ministerio de Salud de Gaza, territorio controlado desde 2007 por la organización islamista Hamas.
Entre estas últimas víctimas se encontraban al menos cuatro civiles, entre ellos dos niños de tres y 11 años y una mujer embarazada. Hamas reconoció, asimismo, la pérdida de seis de sus militantes, todos miembros de su brazo militar, las Brigadas de Al Qassam.
Mientras, el Ejército israelí comenzó a llamar a filas a sus reservistas, lo que hizo aumentar la especulaciones sobre una posible incursión terrestre en la franja palestina. Según una portavoz militar en Tel Aviv, desde el comienzo de la ofensiva han sido atacados desde el aire o desde el mar más de 160 objetivos en Gaza.
Por su parte, Hamas asegura haber lanzado más de 120 cohetes contra territorio fronterizo, mientras Israel podría haber superado los 135. En grandes ciudades como Beersheva, Ashkelon y Ashdod sonaban ayer una y otra vez las sirenas de alarma. Una cuarta parte de los cohetes pudo ser derribado por el sistema de defensa.
Último adiós
Mientras tanto, decenas de miles de palestinos se concentraron en la capital de la Franja para despedir al jefe militar de Hamas, Ahmed al Yaabari, alcanzado el pasado miércoles por un cohete israelí mientras conducía. Hamas calificó su asesinato de «declaración de guerra» por parte de Israel y anunció venganza.
Durante el funeral de Al Yaabari y su guardaespaldas, también abatido en el acto, el hijo del fallecido líder de Hamas, Muaz, aseguró que los palestinos no abandonarán la resistencia. «Seguiremos levantando los rifles y seguiremos a mi padre y continuaremos con su mensaje», afirmó el joven.
«La guerra contra la ocupación continuará. Esta contienda será gradual y se dirigirá paso a paso contra los sionistas hasta que consiga sus objetivos», apuntó por su parte el portavoz de la organización islamista en Gaza, Fawzi Barhoum, quien también participó en el acto, al contrario que los mayores líderes políticos del grupo, Ismail Haniya y Mahmud al Zahar, quienes se ausentaron ante los temores a ser víctimas también de un asesinato selectivo.
Y es que, el primer ministro hebreo, Benjamin Netanyahu, aseguró en la noche del miércoles que la operación militar contra militantes palestinos podría ser ampliada en caso de necesidad.
Por su parte, el ministro de Defensa, Ehud Barak, habló de cuatro objetivos de Pilar de Defensa: reforzar la disuasión israelí, destrozar la infraestructura de cohetes en la Franja de Gaza, debilitar a grupos terroristas y proteger a la población ante posibles lanzamientos futuros de cohetes.
