Los libros dedicados a seleccionar frases célebres de personajes generalmente también dignos de celebridad, nos descubren muchas ideas de interés, que en buen número se pueden ir aplicando a diversos momentos de la vida. Leo, por ejemplo, un comentario que dice: “Uno de los hábitos más peligrosos de los hombres políticos mediocres es prometer lo que saben que no pueden cumplir”. Es una frase que en su libro ‘Ayer y mañana’ incluye Gustave le Bon, destacado sociólogo francés especialista en la psicología social (1841-1931).
El contenido de esta idea es aplicable a la esfera española en general, pero sin que de su significado se puedan librar tampoco los políticos comunitarios y locales, dado que muestras de promesas imposibles de cumplir las tenernos con frecuencia y a todos los niveles.
“Para hacer un buen diagnóstico y acertar en el tratamiento, hay que entender al paciente en su lengua”
Ahora, lo que más ‘se mueve’ entre nosotros es el empeño de los políticos catalanes, valencianos y baleares de hacer desaparecer nuestra lengua española de sus dominios, hasta el punto de que la vicepresidenta de la Generalitat Valenciana haya dicho que los médicos que ejercen en la Comunidad deben hablar todos el valenciano, porque “para hacer un buen diagnóstico y acertar en el tratamiento, hay que entender al paciente en su lengua”. Parece que se quedó tan satisfecha. Y en esta línea están los políticos máximos responsables del Gobierno al callarse y así otorgar la razón a la señora vicepresidenta. Mientras, por otro lado, la ministra de Igualdad dispuesta a que con solo solicitarlo, se pueda cambiar de sexo sin informe médico ni hormonal y sin que los menores necesiten permiso paterno. ¡Ah! Y que el Instituto de la Mujer ya no se llama así, sino Instituto de las Mujeres (al parecer, no sabíamos que en España hay más de una mujer). En cuanto a la Enseñanza… lamentables las ideas de la ministra del ramo, incluyendo su desprecio a la concertada. (Curioso, porque en Segovia, hijos de políticos del partido gobernante acuden a centros concertados. A ver si ellos le protestan a la ministra).
Así están las cosas en los terrenos educativo y moral en nuestra sociedad. Vamos caminando hacia un destino lleno de dudas y sin que haya reacciones determinantes que puedan hacer encauzar muchas razones que no parecen dignas de la persona.
Bueno, pues todo esto que se baraja a escala nacional, también nos afecta a nosotros, de una u otra forma, de cara al futuro. Porque este futuro se presenta lleno de incógnitas para nuestros jóvenes, y no digamos para los que vayan naciendo en adelante (y se ‘salven’ de la ley del aborto).
¡Ah! Y una ‘propineja’ de 100.000 euros para “licitar los estudios de una vía de alta siniestralidad” como es la travesía de San Rafael
Tanto nos afectan estas cuestiones, que hasta los mismos presupuestos nacionales ‘caen’ de lleno sobre nuestras cabezas provocando reacciones contrarias entre los partidos del Gobierno y de la oposición. Unos opinan que son buenos y otros, que nada de eso. Lo cierto es que desde un punto intermedio, parece que no son muy espléndidos para Segovia, pues para la ‘deuda’ que se tiene sobre el que un día pueda volver a ser Teatro Cervantes —si es que para entonces no se le cambia el nombre, allá por el 2024 que dicen ‘será’— no parece muy halagüeña la cantidad inicial de poco más de 800.000 euros hasta los 11 millones previstos. Luego, 400.000 más para la Fábrica de Cristales de La Granja y 349.000 para concluir obras en El Parral. Aparte los seis millones para ver si es posible que se corone la obra del Palacio de Justicia. ¡Ah! Y una ‘propineja’ de 100.000 euros para “licitar los estudios de una vía de alta siniestralidad” como es la travesía de San Rafael. O sea, que nada de nada y la travesía seguirá, con un partido en el Gobierno u otro, un año más sin ver solución.
Mientras, aquí, el Municipio, pidiendo a la Junta de Castilla y León (que es de otro color político), que haga aportaciones para el nuevo Cuartel de la Policía Local y la ‘inspirada’ nueva Estación de Autobuses.
Finalizo con otra opinión personal: Me parece un buen acuerdo municipal el de no solicitar ayuda al tan malparado y vapuleado comercio para la iluminación navideña, que aparte también de opiniones contradictorias, no dejará de ser un buen remedio para que, al menos esos días, renazca en todos una ‘luz’ de esperanza en un futuro un poco mejor, libre de pandemia…aunque no de impuestos.
