Este pasado fin de semana, una treintena de senderistas convocados por la Asociación Taller Cultural de Fuentepelayo disfrutaron de una jornada veraniega recorriendo parte del camino de San Frutos. Una ruta con el objetivo prioritario de conocer el paisaje formado a través de las fresnedas que circundan la localidad de Santo Domingo de Pirón.
Gracias al patrocinio de la Fundación Caja Cega y a la colaboración del ayuntamiento de Fuentepelayo y de Cajaviva, la expedición partió de Torrecaballeros, donde antes hubo tiempo para admirar las antiguas pozas para cocer el lino situadas en La Aldehuela. Se trata de un paraje recuperado como recurso para la investigación, la educación ambiental y la puesta en valor de las tradiciones de nuestra provincia.
El siguiente destino se fijó en la ermita de la Virgen del Pedernal en el término de Basardilla. Este recinto venerado se ubica en el cerro de ‘El Guijo’, a los pies de la Sierra de Guadarrama y su restauración fue llevada a cabo por el propio vecindario y los devotos de la Virgen.
Desde este lugar, los senderistas fijaron como punto final de su ruta la localidad de Santo Domingo de Pirón, donde las fresnedas fueron motivo prioritario de la atención del grupo. Un lugar en el que la propia Asociación Taller Cultural de Fuentepelayo lleva varios años desarrollando un proyecto ambiental propio: ‘La senda de los árboles. Gracias a las explicaciones de José Carlos Fernanz en su papel de coordinador de la actividad, el grupo pudo aprender conocimientos específicos y connotaciones de esta especie arbórea.
En el municipio, antes de adentrarse en el casco urbano, el grupo de andariegos se dirigió hasta el Molino de Piedra, situado al lado del arroyo de Sotosalbos, un molino harinero que en su época fue un negocio muy rentable y que en la actualidad está abocado al olvido.
Para acabar, los excursionistas de Fuentepelayo tuvieron el privilegio de conocer la iglesia parroquial de Santo Domingo de Silos, un templo declarado Bien de Interés Cultural y gran atractivo artístico e histórico del pueblo. Tras esto, la Plaza Mayor de esta localidad fue el lugar elegido para recuperar fuerzas degustando una reconstituyente comida campera en medio de un ambiente de camaradería grupal.
