La Gimnástica Segoviana logró un valioso punto en su visita a Almazán tras empatar a un gol en un partido ciertamente extraño en el que jugó toda la segunda mitad con un hombre menos por expulsión de su portero Iván.
El choque comenzó también de forma rara y en apenas cinco minutos ambos habían conseguido su gol. La jugada en el reinicio tras el descanso marcó el devenir del resto del partido. Pero eso no significa que la Gimnástica Segoviana se mostrase inferior a su rival, pues no fue así.
No se sabe muy bien por qué, quizás fue un mal dia, acaso les atenazó a estos dos rivales directos por las plazas de promoción de ascenso la responsabilidad de los tres puntos que se ponían en juego; el caso es que Almazán y Gimnástica Segoviana ofrecieron una primera parte realmente mala en donde los espectadores presentes en La Arboleda apenas si vieron algo de fútbol.
Eso sí, al menos vieron dos goles, uno para cada bando, y es que el choque no pudo comenzar de forma más prometedora, con dos tantos en apenas cinco minutos de juego, pero sorprendentemente eso no ayudó en nada al partido, pues a partir de entonces cayó en la monotonía y el conservadurismo.
No dio tiempo si quiera a ver los planteamientos dispuestos por los técnicos cuando a los tres minutos de juego, Manu adelantaba a la Gimnástica Segoviana. Ocurrió al saque de un corner y la pelota entró en la red mediante un disparo cruzado y raso, ajustado al palo.
Los visitantes, con la ausencia de Mariano por sanción –un jugador importante en la zona de ataque– se adelantaban en el marcador y eso debería permitirles jugar con mayor tranquilidad. Pero apenas si la tuvo, porque cuatro minutos después llegaba el empate en una jugada en el área de la Segoviana en la que Carlos Quintana cede a Mouco, que totalmente solo y en el área pequeña, marca por debajo de las piernas del meta Iván.
Después de los tantos, los dos equipos se relajaron un tanto y el ritmo discontínuo sería la nota predominante. No es que los equipos bajaran de intensidad, pues fueron dinámicos en el manejo y en el robo de balón, pero siempre en zonas alejadas de las porterías, del ataque; ahí ambos parecieron sentirse a gusto en un pacto de no agresión.
Así fueron pasando los minutos hasta el final, sin ocasiones claras y tan sólo tímidos acercamientos. Reseñar poco por parte local, en el veinte y nueve el Almazán fue sancionado por un fuera de juego muy dudoso de Quintana que a buen seguro hubiera supuesto algo más de no sancionarse. Mientras que la Segoviana, sin llegar a generar ninguna clara, sí trató de proponer algo más en ataque y se mostró peligrosa en las jugadas a balón parado, en las que trataban de buscar a Manu. Así se llegó al descanso.
segunda parte. A la vuelta de los vestuarios el partido cambiaría totalmente y sería por cuestiones poco agradables para con el espectáculo, aunque de forma totalmente justa. Nada más comenzar hubo una jugada de Mouco muy rápida en la que el guardameta visitante Iván se ve obligado a salir muy rápido de su área y en el contacto traba al atacante, el colegiado no lo duda un instante y con buen criterio decreta libre directo y cartulina roja para el portero, pues era el último hombre.
Eso provocó el inmediato cambio del jugador ofensivo Manu por el portero suplente Vela. La falta se botó sin consecuencias. La inferioridad numérica de la Segoviana trataba de aprovecharla el Almazán, pero lo cierto es que la cosa no funcionaba para los locales.
El Almazán efectuó cambios poco después buscando con delanteros como Roberto y Jesús Fernández, hacer valer esa supuesta superioridad, que sólo era numérica, no de juego. Porque la Gimnástica Segoviana seguía siendo un bloque compacto y expeditivo en defensa.
No hubo ni una sola clara local, y sólo en los últimos minutos en los que el Almazán tocó a rebato, hubo cierta inquietud, pero el meta suplente Iván o la defensa defendieron con mucho acierto el resultado de empate, que no era bueno pero cada vez era menos malo.
La Gimnástica Segoviana apenas creó peligro, tuvo una muy buena en el sesenta y cuatro cuando Anel se va solo y ante la salida de Heredia no puede superarlo.
