Tras haberlo conquistado todo con la camiseta del campeón de la Premier, el Manchester United, el portugués Cristiano Ronaldo vio cumplido la noche del lunes un sueño de la infancia al vestirse, por vez primera en el estadio Santiago Bernabéu, con los colores del Real Madrid.
Cristiano Ronaldo dos Santos Aveiro, actual Balón de Oro y cuyo palmarés adornan también todo tipo de premios, ya apuntaba maneras cuando era apenas un adolescente.
Nacido en la isla de Madeira el 5 de febrero de 1985, empezó a jugar para el Nacional antes de incorporarse, con 17 años, en el 2002, al Sporting de Lisboa, cuna de Luis Figo o de Joao Pinto.
En su fichaje por el United, en el verano de 2003, tuvo muchísimo que ver el irlandés Roy Keane, por entonces capitán del Manchester, que quedó prendado de Ronaldo tras un amistoso de pretemporada. Keane convenció a su técnico, Sir Alex Ferguson, para que abonara los 17,5 millones de euros que llevaron a aquel prodigio a Old Trafford.
No decepcionó. El futbolista, cuyo precio hoy supera con creces esa cifra, es ídolo de aficionados y referencia de la plantilla. Su fichaje, por cierto, se sufragó con la venta del inglés David Beckham al Real Madrid.
El debut del ariete luso con su selección llegó el 22 de agosto de 2003. Un año más tarde, sus goles llevaron a su país a la final de la Eurocopa 2004. También brilló en el Mundial 2006. Y fue la pieza más sólida del técnico escocés cuando el club ganó la Liga en la campaña 2006/2007, concluyendo como segundo máximo goleador.
Lo mejor llegó en la 2007/2008, el extremo fue, simplemente, imparable, rubricando 42 goles, 31 de ellos en la Premier. Una estadística de vértigo que lanzó al United a la gloria tanto en esta competición como en la ‘Champions’, los torneos más prestigiosos del momento.
Aquella fue una campaña redonda para un jugador que mejoraba día a día. Ese verano también brilló con su selección durante la Eurocopa de Austria y Suiza, aunque su talento, su rapidez y el delirio por las bandas quedaron empañados por los «escarceos» que mantenía de forma paralela con el Real Madrid.
En la 2008/09, el Manchester United volvió a proclamarse campeón de la Premier por tercera vez consecutiva, aunque no logró retener la Copa de Europa, tras perder en Roma frente al Barcelona.
Si el verano pasado las negociaciones de Ramón Calderón no fructificaron, con la llegada de Florentino Pérez el portugués pudo cumplir uno de sus mayores sueños: fichar por el Real Madrid. Dejaba atrás 288 partidos y 117 goles con el Manchester. El lunes, ante unos 80.000 aficionados, se enfundó la camiseta blanca.
