El delegado del Gobierno en Castilla y León, Juan Carlos Suárez-Quiñones, defendió ayer la “acción decidida” y la “apuesta trascendental” del Ejecutivo central por la modernización de las comunicaciones y considera que sabrá “encajar” los temas presupuestarios para garantizar la sostenibilidad de la Alta Velocidad.
Suárez-Quiñones se refirió así a la advertencia realizada ayer por el presidente del Tribunal de Cuentas, Ramón Álvarez de Miranda, de que los 28.396 millones de euros que aún hace falta invertir para completar la red ferroviaria de alta velocidad conllevaría, en función del modelo actual de financiación, un nivel de endeudamiento que pondría en riesgo la sostenibilidad económica de Adif Alta Velocidad.
A este respecto, destacó la “acción decidida y apuesta trascendental” por la modernización de las comunicaciones que ha hecho el Ejecutivo central en los últimos años, “especialmente” en Castilla y León, donde se está a punto de “rematar” y entrar funcionamiento en próximas semanas la línea de AVE a Palencia y León, y están muy cercanas las de Zamora y Burgos.
Así, respecto al hecho de que eso conlleve esfuerzos de rentabilidad, considera que el Gobierno sabrá “enjugar y encajar” los temas presupuestarios como ha hecho en los últimos tres años en los que, a su juicio, ha “invertido una situación catastrófica” desde el punto de vista financiero y económico a una situación “francamente que no se podía imaginar el ciudadano tres años atrás”.
“No me cabe duda de que el Gobierno va a seguir en la vía de la modernización de las comunicaciones, cree que es algo esencial vertebrar el país y sobre todo territorios como Castilla y León, que lo necesitaba porque en nivel inferior a otras regiones de España”, añadió Suárez-Quiñones.
Por último, el representante del Ejecutivo central en la región finalizó insistiendo en que no le “cabe duda” de que “no va a haber ningún problema”.