El consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones, ha descartado el abandono o la huida y ha afirmado que su responsabilidad es el trabajo de recuperación y restauración forestal de las zonas afectadas por los incendios. “Hay mucho trabajo por delante, en el que estaré al máximo”.
En la recta final del pleno de las Cortes, Suárez-Quiñones apeló a la altura de miras de todos y colaboración ante una catástrofe. “Si no nos ponemos todos manos a la obra, no habremos ganado el futuro”.
Previamente, el consejero se enfrentó a la enésima petición de dimisión, en este caso del procurador de Unidas Podemos Pablo Fernández, que insistió en que lo llevarán ante los tribunales para que expliquen su criminal, calamitosa y catastrófica gestión que recordó han causado cuatro muertes, miles de desalojados y 175.000 hectáreas quemadas, entre ellas La Médulas, declaradas Patrimonio de la Humanidad.
El titular de Medio Ambiente defendió las mejoras en el operativo llevadas a cabo de la mano de los agentes del diálogo social, UGT, CCOO y la patronal, así como un plan de recuperación, que cuenta con 114 millones de euros. Ahora, añadió, llega el momento de la regeneración y restauración del medio natural, con acciones de emergencia y planes para cada zona.
De esta forma, el consejero se comprometió a poner en marcha “en pocos meses” la regeneración de las 43.000 hectáreas de arbolado que han resultado calcinadas, de las que señaló 15.000 son de pinar, las que entrañan más dificultades, y el resto de roble, haya o encina.
Descargas, Brif y UME
El consejero de Medio aprovechó la última pregunta que le formularon en esta sesión de control para considerar que el Gobierno debe reflexionar sobre que no era una buena medida bajar de 207.000 litros de descarga de sus medios aéreos en 2020 a 137.000 ó 55.000 en 2025, así como sobre la “suficiencia” de las Brigadas de Refuerzo en Incendios Forestales (BRIF), que recordó son de “despacho automático” y forma parte del operativo ordinario.
“Estamos muy agradecidos pero tiene que reflexionar sobre su número”, dijo sobre los medios del Gobierno, entre los que incluyó a la dotación de efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME). También deslizó que el Ejecutivo debe analizar el cumplimiento de sus propias normas, como las aprobadas en 2022, sobre las medidas urgentes de coordinación, ni la zonificación de las zonas de riesgo o las directrices generales o el sistema común de emergencias. También, señaló que no puede seguir financiando con el 5,8 por ciento de los recursos a una comunidad que tiene el 19 por ciento de la superficie forestal.
Finalmente, Suárez-Quiñones se mostró convencido de que ayuntamientos y diputaciones moverán ficha y garantizó que habrá un “esfuerzo” por parte de la Junta para contar con más tecnología, máquinas o para tener más “discontinuidad forestal”.
1.500 profesionales
La viceportavoz socialista en las Cortes, Nuria Rubio, acusó a Suárez-Quiñones de “no utilizar todos los recursos a su alcance” no sabiendo si era “para desgastar al Gobierno o porque podía hacer negocio después”.
En su respuesta, Suárez-Quiñones, tras señalar su consternación y dolorpor los muertos en los incendios, lamentó no haber podido obtener “un mejor resultado entre todos” y cifró en 1.500 los profesionales que trabajaron en la extinción del fuego en León, con 92 medios aéreos, más de 60 autobombas, 57 bulldozer, 22 camiones nodrizas y más de 550 vehículos ligeros, “un despliegue sin precedentes en la historia de la extinción en España” que, para Suárez-Quiñones, desmonta el “análisis simplista” del PSOE por no tener en cuenta que el fuego estuvo, “en muchas ocasiones, fuera de la capacidad de extinción”.
