El ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, despejará pasado mañana en el Pleno del Congreso las dudas del PSOE sobre las consecuencias que tendrá la estafa de Volkswagen en las inversiones y el empleo de la multinacional en nuestro país, dos semanas después de que estallara el escándalo. El diputado socialista Francesc Vallés presentó la última semana de septiembre una pregunta dirigida al ministro de Economía, Luis de Guindos, para la sesión de control al Gobierno del Pleno de la Cámara Baja sobre este asunto.
Sin embargo, el Ejecutivo —que tiene la potestad de decidir quién responde las preguntas de la oposición— asignó la cuestión al ministro Soria, que esa semana tuvo que ausentarse de la sesión plenaria. Así, la cuestión tuvo que verse retrasada hasta la siguiente sesión de control al Gobierno, es decir, la de pasado mañana.
De este modo, Soria tendrá que aclarar “cómo piensa tranquilizar a los posibles afectados por la manipulación de las emisiones de gases contaminantes en los motores de Volkswagen”. Pero también a otras cuestiones como qué sucederá con las inversiones y los puestos de trabajo en España o si se reclamará la devolución de las ayudas públicas concedidas a la multinacional alemana en el marco de programas de eficiencia energética.
En cualquier caso, el principal partido de la oposición, pero también la Izquierda Plural y UPyD, tienen registradas en el Congreso sendas peticiones de comparecencia del ministro ante la Comisión de Industria para que dé explicaciones más detalladas sobre este caso. No obstante, Soria aseguró que el nuevo presidente del Grupo, Matthias Müller, le garantizó que la compañía mantiene el programa de inversiones previsto para España, es decir, 3.200 millones de euros para la fábrica de Seat en Martorell y 1.000 millones para la fábrica navarra de Landaben.