Así se ha afirmado desde el Ayuntamiento hace muchos años de manera oficial y aparece en los programas, carteles y cualquier publicación relacionada con folletos turísticos, asuntos de fiestas con encierros en España y libros que tratan este tema. Una cuestión y afirmación que ha sido asumida por toda la población casi como un dogma de fe, con orgullo y presumiendo de ello.
Tal seguridad y certeza en esa antigüedad estaba basada y fundamentada en un documento latino del año 1215, que se conserva en el archivo parroquial de Cuéllar y fue publicado, entre otros muchos, el año 1961 por el catedrático y profesor de Hª Antigua y media de España de la Universidad de Valencia, Antonio Ubieto Arteta en su libro “Colección Diplomática de Cuéllar”. Una obra de 764 páginas y 280 documentos entre los años 934 y 1464 procedentes de varios archivos cuellaranos. En uno de ellos, el nº 6, transcribe del original latino el término “lude uribus”, juego de toros.
Pero las cosas cambiaron de forma radical a partir del año 2010, cuando sale a la luz el que puede considerarse el libro de mayor calidad que se ha publicado hasta ahora sobre la historia de la villa, la “Colección Diplomática de Cuéllar 934-1492”.
Esta magna obra, un total de 1972 páginas y dos tomos, contiene 809 documentos de diversos archivos cuellaranos incluidos los 280 que publicó Ubieto Arteta. Una obra imprescindible de consulta para quien quiera escribir e investigar sobre la villa, la Colenda romana según el historiador segoviano Diego de Colmenares, en su libro “Historia de la Insigne Ciudad de Segovia y Compendio de las Historias de Castilla” del año 1637.
La “Colección Documental de Cuéllar” fue realizada por Balbino Velasco, Mauricio Herrero, Segismundo Pecharromán y Julia Montalvillo. Ellos doctores, investigadores y autores individualmente de decenas de libros y artículos en revistas especializadas, periódicos y revistas, y Julia, archivera municipal durante muchos años responsable de los numerosos e importantes archivos locales, sobre todo uno de los de más valor e importancia a nivel nacional y parcialmente internacional: el de la Casa Ducal de Alburquerque. Algunos de sus miembros fueron virreyes de Méjico y de Navarra, con cargos importantes en Italia, Inglaterra y sobre todo España. La planta superior de la torre del homenaje del castillo de Cuéllar es el lugar donde se custodian estas joyas documentales.
Decíamos anteriormente que la creencia, equivocada, de que los encierros estaban datados el año 1215 estuvo en vigor hasta 2010, fecha en la que apareció la “Colección Diplomática de Cuèllar”. En ella los autores estudian el mencionado documento nº 6 y concluyen que la lectura correcta del término latino es “LUDENTIBUS”.
Unos años anteriores, 1993, A. García García dirige una obra titulada “Synodicon hispanum” y en ella se incluye el mismo documento. García lo hizo anteriormente en su libro “Iglesia, Sociedad y Derecho”, pero a diferencia del “lude uribus” de Ubieto, interpreta el término como “LUDEARIBUS”.
Por último, se termina la cuestión de una manera definitiva el año 2012. En la “Revista de Asuntos Taurinos” de Sevilla aparece un artículo titulado “El Sínodo de Segovia de 1216”, aquí hay una coincidencia con García en el año. Por la importancia esencial del asunto que trata este artículo, recuerdo que es si los encierros de Cuéllar son los más antiguos de España pues tienen su origen el año 1215, transcribo íntegramente las conclusiones del artículo firmado por Beatriz Badorrey Martín, profesora de la Universidad de Educación a Distancia.
I.- Debido a una transcripción errónea de la constitución quinta del Sínodo de Segovia de 1216, recogida en la Colección Diplomática de Cuéllar de Antonio Ubieto Arteta, se tradujo como juegos de toros lo que realmente significaba “a tales juegos”.
II.- De este error se han hecho eco diversos autores, para quienes esta constitución establecería la prohibición a los clérigos de asistir a los juegos de toros en la diócesis segoviana.
III.- El uso de la voz “uribus”, para referirse a los toros, desconocido en las fuentes coetáneas, así como algunas discordancias en la declinación hacían pensar que estábamos ante un error.
IV.- La publicación de nuevas ediciones del sínodo segoviano nos ha permitido cotejar diferentes transcripciones de la norma analizada y conformar la hipótesis planteada: no hay ninguna referencia a fiesta o espectáculos de toros en el sínodo segoviano de 1216, lo que hay es una prohibición a los clérigos de jugar a los dados y de asistir a tales juegos.
Para completar esta conclusión de que no hay relación con los toros en el documento latino que se conserva en el Archivo Parroquial de Cuéllar, el doctor en Historia Jesús de Benito Pascual autor de varios libros, dos de ellos dedicados a Cuéllar, afirma que la mejor transcripción es la que indica la Colección Documental de Cuéllar, “LUDENTIBUS” siguiendo al filólogo latino Valeriano Yarza Urquiola. Este especialista indica que “LUDENTIBUS” también se encuentra en una disposición sinodal de 1244 de la ciudad de Barcelona relacionada con los clérigos que juegan.
Fin del asunto de forma clara y evidente. LOS ENCIERROS DE CUÉLLAR NO SON LOS MÁS ANTIGUOS DE ESPAÑA, basándose en la transcripción que hizo Ubieto Arteta en su obra Colección Diplomática de Cuéllar del año 1961, porque fue errónea. “El mejor escribano echa un borrón”, afirma el dicho popular.
Y además y muy importante. Aunque la transcripción “lude uribus” hubiese sido correcta, Cuéllar no podría presumir en exclusiva de tener los encierros más antiguos de España, porque el documento de 1215 del obispo Geraldo afecta a todos los clérigos de la Diócesis de Segovia y en ella, además de los de Cuéllar “Colarenses” están citados los “Concenses” de Coca, los “Patracenses” de Pedraza y los “Septem publicenses” de Sepúlveda, todas villas históricas donde se siguen celebrando fiestas con toros y encierros de las reses desde el campo hasta la población. El documento también menciona a los “Segovienses”, de la ciudad de Segovia, que tiene una plaza de toros antigua, pero que se sepa no hay tradición de celebrar encierros.
Las fiestas de Cuéllar con sus encierros fueron declaradas de Interés Turístico en 1977. Interés Turístico Regional en 1994. Espectáculo Taurino Tradicional en 2003. Interés Turístico Nacional en 2008, y de Interés Turístico Internacional en 2018 (Boletín Oficial del Estado, martes 20 de marzo, bajo el tradicional título oficial de fiesta de “Nuestra Señora del Rosario: Los Encierros”).