Segovia tiene ganas de música y de calle. Los millares de segovianos que llenaron casi en su totalidad la Plaza Mayor para ver a Mago de Oz fueron la prueba irrefutable de la anterior afirmación, y nadie mejor que uno de los grupos más energéticos del heavy-rock español para avivar los deseos de fiesta de los segovianos. Además, la banda conoce al público segoviano, porque ha pisado estas tierras en varias ocasiones, e incluso mantiene lazos de unión con grupos como Lujuria, con quien han colaborado en conciertos y discos.
Todo ello hacía presagiar una jornada festiva y cañera que sirviera para cargar las pilas para el maratón de actuaciones musicales de las fiestas segovianas; pero algo falló.
Es innegable que Mago de Oz cuenta con un plantel de excelentísimos músicos que han creado varias de las canciones que figuran en los anales de la historia del rock en español. Sus raíces celtas -estos sí, y no otros que las llevan a Eurovisión con oprobio- evocan a bandas míticas como Jethro Tull o Gwendal, pero añaden además una dosis generosa de heavy patrio que le permite conectar rápidamente con un público absolutamente entregado a su propuesta desde hace más de dos décadas.
En la noche del sábado, sobre el escenario situado junto a la Catedral, Mago de Oz hizo un concierto atípico, en el que sus componentes parecían más empeñados en mostrar sus habilidades instrumentales que en llevarlas de modo conjunto en cada canción. En ocasiones, sus guiños internos de grupo y sus códigos privados durante su actuación parecían tener más importancia que la propia actuación, lo que poco a poco iba rompiendo los delicados cables de la necesaria conexión con el público.
De todos modos, al concierto no le faltó ni un solo detalle, y las canciones más coreadas fueron por supuesto las más conocidas. El público, mayoritariamente joven, que se ubicaba en las primeras filas bajo el escenario saltaba, gritaba y cantaba sin descanso, pero perdiendo fuelle y ánimo a medida que avanzaban los casi 180 minutos de concierto que el grupo ofreció.
A buen seguro, el concierto de Mago de Oz en Segovia no figurará entre los mejores del grupo en esta gira, pero hasta el mejor escribano echa un borrón, y esta banda tiene una magnífica caligrafía musical. Habrá que buscar una nueva oportunidad…
