El intenso frío parece haberse instalado en la villa como acompañante de los actos litúrgicos de su Semana Santa. No obstante, no es impedimento para los fieles, que asisten rigurosamente a cada uno de ellos, que se están sucediendo desde el Sábado de Dolores y finalizarán el Domingo de Resurrección. El Miércoles Santo marcó el protagonismo con el tradicional Via Crucis, que congregó a una gran cantidad de feligreses en la iglesia de San Andrés, desde donde partió este año. Puesto que el año pasado se desarrolló por la zona centro de Cuéllar, saliendo de la iglesia de El Salvador, la alternancia en el punto de partida trasladó la salida a este templo.
Allí comenzó el recorrido de las estaciones; miembros de las diferentes cofradías cuellaranas portaron la talla del Cristo, vestidos ya con la indumentaria tradicional cofrade. Tras ello, los devotos acompañaron con sus rezos. Como es costumbre, varias cruces colocadas por diferentes puntos del recorrido guiaron a los fieles en sus paradas, donde los niños de los distintos grupos de catequesis realizaron las lecturas pertinentes. Esta iniciativa, que se viene llevando a cabo desde hace años, implica a los niños en la vivencia de la Semana Santa y los hace partícipes de las celebraciones.
Catorce fueron los puntos de recogimiento, lectura y rezo, que rememoraron las etapas de Jesucristo desde el momento en que fue apresado hasta su crucifixión y sepultura.
A su llegada a la iglesia de San Miguel, en la Plaza Mayor, esperaban las bandas de tambores de las cofradías de El Calvario y La Dolorosa. Tras la lectura en la última estación, la música de Semana Santa inundó las calles céntricas de la villa para trasladar el Cristo de El Calvario desde este templo hasta la capilla de Santo Tomé. Antes de adentrarse en el interior de la capilla, el sacerdote Javier Martín pronunció unas palabras, a las que siguieron un minuto de silencio por las víctimas del atentado de Bruselas y una oración, como símbolo del año de la Misericordia; después las bandas cerraron el acto.
A pesar de la brevedad de este traslado, cada vez son más los fieles que acompañan a la imagen detrás. Finalmente, la meteorología permitió que se pudiera llevar a cabo el Vía crucis, a pesar de las previsiones de lluvia que se mantuvieron hasta bien avanzada la tarde. Lo que sí deslució el acto fue el frío, intenso y acompañado de viento, que incomodó bastante a feligreses y cofrades. De nuevo, el Via Crucis sirvió de apertura a las procesiones que desde el miércoles se suceden. A las 20.00 horas, los vecinos volvieron a llenar las calles del norte, la zona de San Andrés, por la que se realizará la procesión, con los pasos de la Oración del Huerto y El Cristo de San Gil, que además estrena andas. Participaron en ella todas las cofradías y casi todas las bandas de la localidad.
Hoy viernes, la procesión de Los Pasos congregará a la multitud en el centro de la villa. Desde las 20.30 horas, todos los pasos recorrerán las calles acompañadas de sus cofrades y bandas en el acto central de la Semana Santa cuellarana. Será a las 21.00 horas, en el cruce de San Francisco y Las Parras, donde se unan todas las imágenes.
La Semana Santa inunda todos y cada uno de los rincones de la villa en su vertiente más religiosa, pero también la lúdica, con las tradicionales tiradas de chapas. De cualquier modo, el municipio experimenta una intensa actividad estos días de asueto, entre tambores, cofradías e imágenes y con la participación de muchos de sus vecinos que se implican con esfuerzo.
