Un extraordinario parcial de 0-4 puso al Viveros Herol muy cerca de la victoria en el pabellón L’Illa de Benidorm, donde el conjunto segoviano acabó sumando un trabajado punto que sigue confirmando las buenas sensaciones y le pone más cerca de la permanencia en la Asobal.
Antes del encuentro, las derrotas de Guadalajara, Cisne y Cangas, más el partido aplazado del Sinfín, ponían al conjunto segoviano en buena disposición para acercarse a la permanencia si lograba un resultado positivo frente a un rival que enlazaba tres derrotas consecutivas. Pero el inicio del partido no fue el esperado por la parroquia navera, ya que no se había cumplido el primer minuto de partido cuando el marcador ya señalaba un 2-0 a favor del conjunto levantino, y antes de llegarse al quinto el 4-1 campeaba en el electrónico.
Casi toda la primera parte se movió en esa diferencia de tres goles, con el Viveros Herol intentando trabajar el partido con una defensa más abierta de lo normal tratando de controlar a James Parker, lo que daba opción a que otros jugadores como Feuchtmann entraran prácticamente hasta la ‘cocina’ de un Patotski que no estuvo a mal nivel, pero sin sumar en este arranque de partido los altos porcentajes a los que acostumbraba en encuentros anteriores.
UN BUEN SPRINT FINAL
Por ello, y tras un tiempo muerto de Zupo después de que el Benidorm pusiera el 13-9 después de culminar una contra, entró Yeray en la pista para apuntalar unos buenos minutos segovianos, aunque el conjunto local logró aguantar en primera instancia dejando el partido en el 16-12 faltando menos de cuatro minutos para el descanso.
La defensa navera elevó el nivel en el tramo final del primer tiempo en el que endosó al Benidorm un parcial de 1-4 que dejó el partido en el intermedio con un 17-16, pero con los visitantes teniendo que afrontar el reinicio del choque con un hombre menos durante dos minutos por la exclusión de Vujovic a dos segundos del final.
Aguantó bien el Viveros Herol Nava los primeros minutos en inferioridad, manteniéndose dentro del partido, trabajando con dureza en el apartado defensivo, aunque encontrándose en la ofensiva con las buenas intervenciones de Roberto Rodríguez, que había sustituido a un desacertado Leo Tercariol.
Este hecho ayudó sobremanera a que el Benidorm mantuviera la iniciativa en el electrónico. Nava se acercaba por momentos, llegaba incluso a emparejarse con los levantinos, pero estos siempre encontraban la manera de mantenerse por delante hasta que dos tantos ‘made in’ Rodrigo Pérez Arce puso a los segovianos con 23-23 en el marcador, obligando a Fernando Latorre a pedir tiempo muerto tratando de recomponer a su equipo.
SUPERANDO EL MAL MOMENTO
A partir del 45, el Viveros Herol Nava vivió ocho minutos dramáticos, en los que siempre le pasaba algo que le impedía ponerse por delante. Cuando no era Leo Tercariol quien, saliendo desde el banquillo, amargaba una contra a Paco Bernabéu, era un ‘pisando’ de Darío Ajo, o un nuevo intento de Bernabéu al que de nuevo el portero local daba réplica. Al final tanto error acabó pasando factura y del 24-24 a diez minutos para el final se pasó al 27-24 apenas dos minutos y medio más tarde, con James Parker y Ángel Rivero haciendo mucho daño con sus penetraciones.
Pero, al igual que sucedió en la primera parte, el sprint final del conjunto de Zupo Equisoain fue de lo más meritorio. Rodrigo siguió viendo espacios en ataque donde pocos los veían, Nicolo contribuyó con un gol desde el extremo, y la defensa brillo a una altura tan grande que el parcial de 0-4 puso a los naveros en disposición de ganar el partido con el 28-29 a dos minutos para el final.
Zupo: “Tengo que valorar el punto muy positivamente. El resultado es justo porque ha habido muchas alternativas, y el empate es oro. Estoy satisfecho con el juego del equipo”
Una última exclusión de Adrián Rosales dejó a Nava en inferioridad en las últimas acciones del partido, y aunque Patotski rechazó un lanzamiento de siete metros a Nikcevic, y otro desde el pivote a Lignieres, finalmente no pudo con Feuchtmann, que a medio minuto del final marcó el 29-29 que acabó siendo definitivo, porque el Viveros Herol no quiso arriesgar de más en su último ataque, porque el punto sumado en una cancha difícil valía su peso en oro.
