Sra. Directora:
Hace unos días, el diario que usted dirige publicó dos comunicados firmados por Mesa Esteban Drake y Lucía Herranz Contreras que señalaban lo interesante que sería la reedición de mi libro Arte en Segovia. El siglo XX.
Mesa añadía que estaba releyendo dicho libro, hecho que viniendo de quien venía, pintora, historiadora y profesora en la Facultad de Bellas Artes de Madrid, me ha llenado de satisfacción.
Tanto como la que me produjo en su día oír a otro profesor de la universidad madrileña, Alberto Gallegos, de la Escuela Superior de Arquitectura, que mi libro El Cinturón Verde de Segovia, era uno de los pocos en los que había aprendido mucho.
Son elogios que yo considero impagables. Otra cosa es que el libro en cuestión, Arte en Segovia. El siglo XX, merezca ser reeditado. Y tampoco sé si aparte de Mesa, de Lucía y de mí mismo hay otros segovianos que lo aprecien.
En cierta ocasión oí decir a Mesa que Segovia se quiere poco a sí misma. No sé si será verdad. Pero sí lo es que a algunos de sus hijos los orilla.
Yo no voy a pedir a nadie esa reedición. Imito la altanería de Monet el enorme cuando, en momentos duros, decía a sus amigos: Me duele tener que pedir como favor lo que tenían que pedirme de rodillas. Pues eso.
Juan Manuel Santamaría López